Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Querés saber cuál es el truco para emitir dinero al 38% y tener una inflación de sólo el 23%?

Un principio básico de economía monetaria es que cuando la oferta de dinero excede la demanda de dinero, la inflación cierra la brecha entre ambas. Si la oferta de dinero aumenta un 10%, la inflación será del 10% si la demanda de dinero no aumenta, del 5% si la demanda de dinero aumenta un 5%, y nula si la demanda de dinero también aumenta un 10%. Como la demanda de dinero tiende a aumentar con la actividad económica (con más actividad económica necesitamos más dinero para realizar más transacciones), la inflación tenderá a ser igual al aumento de la cantidad de dinero (el aumento de la oferta monetaria) menos el aumento de la actividad económica (similar al aumento de la demanda de dinero). Con emisión monetaria del 38% y crecimiento económico del 8%, la inflación debería ser del 30%.
Este razonamiento tan simple no siempre funciona, porque la demanda de dinero no siempre se mueve al ritmo de la actividad económica. En marzo de este año, hace sólo 4 meses, un economista que escribe habitualmente en La Nación pronosticó, basado en aquel razonamiento, una inflación del 30% para este año (ver nota “Una inflación del 30%”). Dijo textualmente: “Siendo que, en forma anualizada, en enero la expansión del circulante fue del 35.2% y en febrero del 38.1%, regalándoles un aumento de la actividad económica del 8%, el piso de inflación no debe ser menor al 30%”. Ayer se publicó la “Inflación Congreso”, que promedia la inflación estimada por ocho consultoras privadas, y dio una inflación anual del 23.5% (precios de junio de 2011 vs junio de 2010). ¿Qué ocurrió?
Lo primero que debés pensar es que el ritmo de expansión monetaria se redujo. Pero no. No ocurrió eso. La cantidad de dinero en junio fue un 38% superior a un año atrás. ¿Y entonces?
Ocurrió algo que ningún economista, que yo sepa, ha detectado. Y es que la demanda de dinero ha aumentado más de lo que ha aumentado la actividad económica. ¿Cómo es posible que aumente la demanda de dinero cuando, con inflación de dos dígitos, lo natural sería que la gente se desprendiera más rápido del dinero, reduciendo así la demanda de dinero en lugar de aumentarla? Por algo que no vas a encontrar en ningún libro de texto sobre macroeconomía. Como Néstor y Cristina decidieron, a pesar de la inflación de los últimos años, no emitir billetes de mayor denominación (billetes de $ 200 y $ 500), se encontraron a fines de 2010 con que la Casa de Moneda no daba abasto para imprimir billetes (emitir $ 1,000 con billetes de $ 500 requiere imprimir sólo 2 billetes; emitir los mismos $ 1,000 con billetes de $ 100 requiere imprimir 10 billetes). Tuvieron que contratar a la Casa de Moneda de Brasil para que imprimiera toneladas de billetes, y así y todo tuvimos problemas para conseguir efectivo a fin de año. Era tal el apuro por imprimir billetes, que la emisión estuvo muy concentrada en billetes grandes (emitiendo billetes chicos, habrían necesitado aún más toneladas de billetes para una misma cantidad de dinero). Por eso ahora encontramos tantos billetes de $ 100, a tal punto que actualmente la mitad de los billetes en circulación son de esa denominación, cuando hace algún tiempo apenas superaban el 10% de los billetes en circulación. ¿Y qué tiene que ver esto con la demanda de dinero? Con que son tantos los billetes de $100, y tan pocos los billetes de $ 10 y $ 20 que, si queremos tener $ 120 en el bolsillo, por ejemplo, seguramente nos veremos obligados a tener $ 200 en el bolsillo. ¡Y esto es justamente más demanda de dinero!
Esto explica por qué la cantidad de dinero aumentó en el último año un 38%, y con un crecimiento económico del 7%, la inflación fue de sólo el 23.5% en lugar de haber sido del 31%. “Faltan” casi 8 puntos porcentuales de inflación. No existen porque la demanda de dinero aumentó en esos casi 8 puntos porcentuales.
Una paradoja insólita: la impericia para gestionar la emisión de dinero llevó al BCRA a emitir de apuro demasiados billetes de $ 100, lo que nos obliga a tener en nuestros bolsillos más dinero del que querríamos, y esto le permitió emitir mucho sin generar tanta inflación. ¡Una impensada carambola perfecta! Boudou y Marcó del Pont todavía deben estar preguntándose qué truco hicieron para emitir al 38% y tener una inflación de sólo el 23.5%. El economista que hizo el pronóstico del 30% de inflación también debe estar preguntándose cuál es el truco. Si leíste hasta acá, ya sabés cuál es el truco.

7 comentarios:

  1. Buenísimo Gastón!!

    Estoy leyendo tu blog gracias a Guille Paz y tratando de desburrarme un poco en esto de la economía.

    Creo que si pudieras graficar este texto en un videíto sería un excelente recurso para que lo levanten diarios y portales.

    Eso sí, me quedé asombrada de la capacidad de los economistas argentinos para dejar en off side al manual de macroeconomía y encima ¡de casualidad!

    Si existiera una "arqueología económica" sin dudas nuestro país sería un yacimiento de "tesoros" como este.

    Abrazo (y me alegra tenerte en mi blog ;) )

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  2. Muchas gracias Dayana por tus comentarios! Y por incluirme en tu blog, que conocí hoy y me pareció buenísimo.

    Yendo al tema del post, cada vez que descubro fenómenos como el que describo en él, más me convenzo de que la economía, además de interesante, puede ser divertida, especialmente en Argentina. No te quepan dudas de que, efectivamente, hay decenas de fenómenos que no vas a encontrar en los libros de texto!!

    Coincido con tu sugerencia sobre el video. De hecho, el año pasado incluí una sección que denominé "Economía en 5 minutos", que es justamente un videito. Lo que ocurre es que no le he estado dando la frecuencia que le daba al comienzo, pero tengo pensado retomarlo.

    Saludos y muchas gracias nuevamente!!

    Gastón

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  3. No me cierra la explicación. Habría que ver cuanto de ese dinero excedente se fue a bonos y/o al dolar y por esa vía volvieron al banco central de alguna manera y quedaron neutralizados. De todas maneras esa inflación escondida en algún momento va a aparecer porque no creo en milagros.
    Quizá aún a costa de perder dinero se encuentre en plazos fijos (resignación a perder menos). Yo por las dudas con lo poco que puedo ahorrar compro dólares. Mi experiencia de 66 años así me lo indican. Todavía soy relativamente joven y puedo esperar el equilibrio que es inexorable. Estamos parados sobre una mina que en algún momento hará BUM, seguro que el dólar será una buena coraza contra el inevitable equilibrio a mediano o largo plazo.

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  4. No coincido Luis con la primera parte de tu comentario. No creo que haya que ver cuánto de ese dinero excedente se fue a bonos y/o a dólar, porque justamente son pesos que no se fueron a ningún lado, sino que están en circulación. La cantidad de dinero que hay en circulación es un dato objetivo, que indica que está un 38% por encima del nivel de un año atrás. Y mi intención es explicar cómo es posible que ese dinero efectivamente esté en circulación sin generar la inflación que se supone debería generar.

    Creo que la segunda parte de tu comentario tiene que ver con aspectos diferentes a los relacionados con la primera parte, y con mi post. Tu comentario tiene que ver con la conveniencia de ahorrar en dólares, basada en tu experiencia, y creo que efectivamente es así. La experiencia de cualquier argentino es que el ahorro en dólares ha valido la pena, más allá de circunstancias de corto plazo en la que convienen otras inversiones.

    Creo también que, si bien siempre es posible una crisis, creo que estamos lejos de ella, aún cuando no tengamos las políticas macroeconómicas adecuadas.

    Muchas gracias por tus comentarios!

    Saludos,

    Gastón

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  5. Olvidé un punto. Yo tampoco creo en los milagros.

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  6. Gastón desde un tiempo a esta parte vengo leyendo tus opiniones sobre economía. En verdad siempre encontré en ellos al margen de las conclusiones o deducciones acorde a tu profesión aquello que denominamos sentido común; por eso mismo me atrevo a preguntarte: ante este complejo escenario a tu criterio, cuál sería la linea directriz de una política económica sin inflación, con perspectivas de crecimiento y desarrollo social

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  7. Para combinar baja inflación, crecimiento económico y desarrollo social, mi recomendación es:

    1.- Banco Central independiente, con metas de inflación.

    2.- Políticas macroeconómicas estables, con reglas de juego claras para los negocios y políticas de desarrollo en línea con los modernos enfoques de la política industrial.

    3.- Políticas de capacitación y empleo que permitan sacar de la pobreza, y del asistencialismo, a las familias de menores recursos.

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