Columna de opinión publicada en la edición del domingo 22 de septiembre de 2013
del diario Los
Andes de Mendoza
La economía
argentina es extremadamente inestable. Todo lo que ocurre en el mundo, en
cuestiones económicas, en Argentina ocurre con más frecuencia e intensidad, e
incluso suelen producirse aquí fenómenos diferentes a los que se observan en
economías más estables. Esta inestabilidad amplifica los riesgos, pero también
las oportunidades. Por eso no hay que desanimarse al pensar alternativas de
inversión, aun siendo un pequeño ahorrista, pero esto requiere estar atentos a
lo que ocurre con la economía, y tratar de comprender los fenómenos y procesos
económicos, para detectar del mejor modo posible esos riesgos y oportunidades.
Para un inversor
pequeño existen siempre las opciones tradicionales, como plazos fijos,
inmuebles y dólar, cuyo atractivo relativo va variando de acuerdo con la
inflación y con las expectativas de devaluación o de estabilidad cambiaria.
También opciones que no son exactamente un ahorro, pero sí una forma de
optimizar el uso del dinero excedente a través de la compra de bienes y
servicios que permitan anticiparse a fuertes subas de precios, como ocurre
actualmente con los viajes al exterior o los autos de alta gama.
Pero se agregan
activos financieros cada vez más al alcance de pequeños ahorristas, aunque con
un nivel de sofisticación que requiere cierto asesoramiento, como los cheques
de pago diferido, las obligaciones negociables, los fideicomisos agropecuarios
o los títulos públicos en dólares o ligados a la evolución del tipo de cambio
oficial.
Elegir entre todas
estas opciones, además del tradicional análisis financiero de rentabilidad
versus riesgo, requiere analizar las perspectivas macroeconómicas, en aspectos importantes
como la inflación y el tipo de cambio. Puede servir tener en cuenta los
siguientes ejes de análisis:
1.- Tiene baja
probabilidad el escenario con “más de lo mismo” en términos de política
macroeconómica. La estrategia de continuar con déficit fiscales crecientes
financiados con emisión monetaria está llegando a un límite, porque la economía
ya no resiste del mismo modo el ritmo de emisión de los últimos años, y porque
se están acabando los límites legales de préstamos del BCRA al Tesoro, en un
contexto de pérdida de votos oficiales para una nueva reforma de la Carta
Orgánica del BCRA.
2.- El escenario
alternativo de ajuste fiscal luego de las elecciones legislativas vía
reducciones de subsidios y aumentos de tarifas va haciéndose cada vez más
probable, aunque seguramente el Gobierno Nacional no irá a fondo con esa
estrategia, porque implica alto costo político, especialmente cuando no tiene
credibilidad suficiente para encarar un proceso de desinflación poco
“doloroso”, con políticas de metas de inflación como tiene, acá nomás, cruzando
la Cordillera, Chile, pero también Brasil y decenas de países en el mundo, que
han logrado evitar la falsa opción entre inflación y crecimiento.
3.- Es más probable
entonces un escenario intermedio, con algo de moderación fiscal y monetaria,
pero continuando con alta inflación, aunque probablemente sin descontrol, pero
acompañada de reducido crecimiento.
4.- En todos estos escenarios
resulta probable un desdoblamiento cambiario, con dólar financiero y turista lo
suficientemente alto para que las reservas del BCRA impliquen alto “poder de
fuego”, dólar comercial más bajo, pero más alto que el dólar oficial actual,
para revertir el atraso cambiario que frena la industria, y dólar comercial más
bajo aún para el sector agropecuario, por cuestiones políticas y para impactar
lo menos posible sobre la inflación. Un esquema de estas características está
dentro del tipo de políticas con las cuales el Gobierno se siente cómodo, está
en línea con las propuestas de un integrante del equipo económico con más peso
que el propio Ministro de Economía, y permitiría manejar mejor la estrategia
frente al dólar paralelo, que obviamente no funcionó. Las contraindicaciones de
ese esquema, que son muchas, forman parte de otro análisis, más vinculado a lo
que habría que hacer que a lo que puede ocurrir. Y lo relevante para la toma de
decisiones es esto último.
Estas cuestiones,
que definirán el contexto económico de los próximos dos años, son clave para un
buen análisis de las opciones de inversión. Aun siendo un pequeño ahorrista,
enfrentado a una economía altamente inestable.
Estos temas, analizados en profundidad en el