A continuación, 5
claves de análisis que creo útiles para anticipar 2013.
1.- El Gobierno
Nacional continuará con su estrategia de
aumento de gasto público financiando déficit fiscal con emisión monetaria.
Lo hará mientras (a) le alcance el límite de adelantos transitorios que
establece la Carta Orgánica del BCRA y (b) la economía siga absorbiendo pesos,
de tal modo que el impacto inflacionario de la emisión monetaria sea
relativamente reducido (por eso emite al 40% anual y logra una inflación de “sólo”
el 25% anual).
2.- Al ritmo al que
probablemente continúe aumentando el gasto público, el límite de adelantos transitorios alcanzaría hasta el último
trimestre del año. Es decir, alcanzaría para llegar a las elecciones
legislativas de octubre sin haber agotado esa vía de financiación. Luego de la
elección de octubre, el límite se acabará y, por lo tanto, el Gobierno Nacional
tendrá que hacer algo: reformar nuevamente la Carta Orgánica del BCRA, reducir
subsidios para bajar gasto público, déficit fiscal y emisión monetaria y/o
conseguir alguna caja que aporte u$s 10,000 millones o más.
3.- Los mecanismos de absorción de pesos
(como el circuito de operaciones inmobiliarias, que hasta 2011 operaba en
dólares y desde 2012 opera en pesos) pueden
durar varios meses más, pero pueden acabarse antes de octubre. El problema
es que nadie sabe cuándo puede suceder. Si se acabaran luego de las elecciones
de octubre, razón más que suficiente para que el Gobierno Nacional continúe con
su estrategia macroeconómica hasta las elecciones (después verá). Si se
acabaran antes de las elecciones de octubre, pero muy cerca de ellas, podrá “estirar”
la situación hasta las elecciones, interviniendo más en el mercado mediante la
colocación de Letras y Notas del BCRA que permitan sacar pesos de circulación para
moderar su impacto inflacionario (después verá). Y si se acabaran mucho antes
de las elecciones, ahí sí se complicará su estrategia de seguir gastando con
emisión monetaria.
4.- La inflación seguirá estable en torno al 25%
anual mientras duren los mecanismos de absorción de pesos, al igual que la
estabilidad del dólar paralelo, fluctuando en alrededor de un 30% por encima del
dólar oficial. Cuando se acaben los fenómenos de absorción de pesos, tanto la
inflación como la brecha cambiaria (diferencia entre dólar paralelo y dólar
oficial) se irán para arriba a menos que el Gobierno Nacional comience a
moderar la emisión monetaria.
5.- Dado que los
mecanismos de absorción de pesos son difíciles de monitorear (si es que eso es posible),
es necesario buscar algún indicador
indirecto que permita identificar cuándo se acaban dichos mecanismos. Un
indicador es la inflación mensual
comparada con la del año previo: cuando ambas líneas (inflación actual vs
inflación el año previo), que hasta ahora han sido casi idénticas, comiencen a
separarse (con la inflación actual yéndose para arriba), será señal de que los
efectos monetarios que han estado amortiguando el impacto de la emisión de pesos
se han acabado. Allí el gobierno se verá forzado a hacer un cambio de
estrategia, o correr riesgo de disparada de la inflación y del dólar.