Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

viernes, 27 de junio de 2014

5 problemas previos al conflicto con los buitres

Resolver adecuadamente el conflicto con los fondos buitre evitaría empeorar la situación económica, pero no resolvería ninguno de los principales problemas macroeconómicos actuales.

En “El análisis económico del día”, en el canal especial de Economía para No Economistas, en LaVoz.com.ar. Click aquí.

Los temas económicos de la semana

Por qué el Gobierno Argentino recibe tantos apoyos en el mundo en su disputa con los fondos buitres, qué puede pasar en la audiencia de hoy en Nueva York, qué dicen los datos sobre la recesión, cómo viene la actividad económica en la industria, la construcción, el transporte y el comercio, entre otros temas.

En el Desayuno Económico de hoy en FM 90.7 Punto a Punto Radio.

Aquí el audio:


La deuda que dejará este Gobierno

Este Gobierno dejará muchos problemas económicos. Pero probablemente no un problema de excesivo endeudamiento. Parce paradójico, justo cuando hay alto riesgo de un nuevo default, pero tiene que ver con el nivel de endeudamiento con relación al tamaño de la economía, y con la composición de esa deuda.

El análisis, en la edición de ayer de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


jueves, 26 de junio de 2014

Por qué el Gobierno recibe tanto apoyo contra los buitres

No siempre es posible para un país pagar el 100% de su deuda, surgiendo la necesidad de una reestructuración, que puede fracasar ante reclamos de grupos minoritarios de acreedores. Un problema para la comunidad internacional, y por eso los apoyos que recibe el Gobierno.

En “El análisis económico del día”, en el canal especial de Economía para No Economistas, en LaVoz.com.ar. Click aquí.

miércoles, 25 de junio de 2014

El default como amenaza

El Gobierno Nacional jugó fuerte, amenazando con un nuevo default, como estrategia de negociación luego de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos que dejó firmes los fallos que obligan a la Argentina a pagar a acreedores con deuda no ingresada a los canjes de 2005 y 2010. 

Seguramente negociará con los acreedores para evitar un absurdo default.

El análisis, en la edición de ayer de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


martes, 24 de junio de 2014

La aritmética de la recesión

Los datos oficiales y privados coinciden en marcar que la economía está en recesión. Con medio año ya casi cerrado, la aritmética impone límites al número final de crecimiento de 2014, que seguramente será negativo, tal vez en el rango de -0.5% a -1.5%.

En “El análisis económico del día”, en el canal especial de Economía para No Economistas, en LaVoz.com.ar. Click aquí.

La inflación, por encima del 2% mensual

INDEC sigue midiendo la inflación por debajo de todos los indicadores alternativos. Kicillof criticó duramente esos indicadores, pero mantiene a cargo del INDEC a las autoridades que el propio Gobierno reconoce que venían midiendo mal y que no están en condiciones de empalmar series estadísticas. Lo cierto es que la inflación sigue por encima del 2% mensual.

El análisis, en la edición del jueves 19 de junio de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


El efecto de los topes a las tasas de interés

El Gobierno Nacional decidió días atrás poner topes a las tasas de interés de préstamos personales y prendarios, como un modo de impulsar el consumo en medio de la recesión. Esto puede dejar sin crédito a familias de menor calificación crediticia y presionar hacia abajo a las tasas de interés relevantes para los ahorristas.

El análisis, en la edición del martes 17 de junio de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


lunes, 23 de junio de 2014

La economía en recesión

Previsible desde hace meses, la economía argentina entró en recesión, ahora según datos oficiales. Este, y varios problemas económicos relacionados, persistirán luego de que se logre un acuerdo con los acreedores externos.

En “El análisis económico del día”, en el canal especial de Economía para No Economistas, en LaVoz.com.ar. Click aquí.

viernes, 20 de junio de 2014

El tema de la semana

Cómo interpretar la dura estrategia del Gobierno con los fondos buitre, y los riesgos que genera de un absurdo default, y cómo impacta sobre la economía.

En el Desayuno Económico de ayer en FM 90.7 Punto a Punto Radio.

Aquí el audio:


jueves, 19 de junio de 2014

La amenaza de un absurdo default

El Gobierno quedó en una situación débil para negociar con los acreedores que ganaron el litigio en Nueva York. Por eso amenaza con un absurdo default, en una estrategia altamente riesgosa que, paradójicamente, podría ser efectiva.

En “El análisis económico del día”, en el canal especial de Economía para No Economistas, en LaVoz.com.ar. Click aquí.

miércoles, 18 de junio de 2014

El conflicto con los buitres, en una peligrosa pendiente resbaladiza

En los posts anteriores definí la situación de Argentina frente a los acreedores que ganaron la demanda judicial en Estados Unidos como una en la cual quien perdió el litigio (en este caso Argentina) tiene todo el incentivo del mundo para negociar, mientras que quien lo ganó (en este caso los acreedores) ya no tiene incentivos a hacerlo, porque ya obtuvo lo que quería (en este caso, pago del 100% de la demanda, en efectivo, y con disposiciones que garantizan, vía embargos, el pago).

Una situación de extrema debilidad para el Gobierno, porque no tiene mucho margen, en este contexto, para forzar una negociación. Una negociación tiene sentido antes de un fallo definitivo, cuando ambas partes tienen riesgo de perder, no después, cuando ya no existe riesgo, sino certeza sobre el resultado.

Excepto que quien perdió el litigio pueda plantear una amenaza creíble de incumplimiento que genere nuevamente, para quien ganó el litigio, el riesgo de perder, regenerando así el incentivo a negociar.

En este contexto se entiende el anuncio de Kicillof el martes, cuando planteó que estudiaría la posibilidad de un canje de deuda para cambiar la jurisdicción de la deuda reestructurada y garantizar así su pago en Buenos Aires, evitando el pago de la deuda no reestructurada establecido por el fallo judicial.

Difícilmente se realice dicho canje, por sus complicaciones técnicas y jurídicas, y por las consecuencias que generaría sobre la posibilidad de colocar nueva deuda en los mercados cuando, con dicho canje, aumentaría, en lugar de reducirse, el monto de deuda en cesación de pagos (por los acreedores que no acepten el nuevo canje). Sólo se entiende como una amenaza para forzar una negociación. Lo que explica también que el canje no haya sido dispuesto, sino sólo anunciado como proyecto a estudiar. Todo indica que se trató sólo de una amenaza.

Esta tarde, el juez Griesa planteó que para negociar es necesario que el Gobierno se comprometa a no realizar el canje de cambio de jurisdicción. El Gobierno podría haber respondido planteando públicamente que suspendía la idea del canje para crear el ámbito propicio para la negociación en los próximos días.

Pero acaba de cambiar de amenaza. Esta noche el Ministerio de Economía difundió un comunicado que no hace mención al nuevo canje, pero plantea que la decisión judicial de levantar el recurso que suspendía los embargos imposibilita el pago del vencimiento de deuda regular del próximo 30 de junio. Insinúa que no habrá pago tampoco para cumplir la sentencia judicial. Cambia de amenaza, seguramente para mejorar su posición frente a la negociación de la semana próxima. Pero aumenta también el riesgo de que la jugada salga mal, con los acreedores y el juzgado de Griesa rechazando la negociación al sentirse desafiados, pudiendo terminar en un absurdo default, injustificable por los montos en juego, pero generado por una estrategia de negociación fallida.

En teoría de los juegos, rama de la economía que estudia las decisiones estratégicas entre dos o más “jugadores”, a la estrategia que está siguiendo el Gobierno se la denomina “funambulismo estratégico”. Consiste en que uno de los jugadores intenta incidir sobre el comportamiento del otro jugador llevándolo hasta el borde del desastre, para obligarlo a volver atrás. La crisis de los misiles en 1962 es un ejemplo clásico de este tipo de estrategias, cuando Kennedy puso al mundo al borde de la guerra nuclear, induciendo a Khrushchev a retroceder.

La clave de este tipo de estrategia es que una amenaza demasiado costosa para quien la formula no resulta creíble, porque llegado el momento, en caso de no haber logrado torcer el comportamiento del rival, existe un incentivo muy grande a no cumplir con la amenaza. Con un límite muy marcado hacia el abismo, quien está por ser arrastrado sabe que la otra parte avanzará sólo hasta ese límite, con un incentivo muy grande a detenerse en ese punto. La amenaza entonces no es creíble. Como no lo habría sido una amenaza de ataque nuclear por parte de Kennedy.

Lo que sí funciona es generar el riesgo de caer en una pendiente resbaladiza en la cual se pierde el control total de la situación. Ya no es tan seguro ir hasta el borde del abismo, porque ese borde no existe, o es difuso. Las amenazas son entonces más creíbles, aunque más riesgosas. Como ocurrió con la escalada del conflicto de los misiles hasta que el riesgo se hizo intolerable para Khrushchev.

Da la impresión de que hasta ahora el Gobierno está tratando de forzar una negociación con amenazas poco creíbles. De hecho, la amenaza del nuevo canje desapareció hoy del comunicado del Ministerio de Economía, y apareció la amenaza de no pagar a nadie el 30 de junio, contradiciendo la promesa de la Presidenta de que se garantizaría el pago a los acreedores que confiaron en Argentina. Contradicciones que dan lugar a la sospecha de cierta improvisación. En criollo, da la impresión de que el Gobierno está corriendo a los fondos buitre con “la vaina”.

Si el Gobierno logra negociar la semana próxima un acuerdo de pago razonable, con algún esquema de entrega de bonos, como hizo con Repsol, habrá comenzado a encauzar el último frente abierto que queda con la comunidad financiera internacional.

Pero si no logra más que ratificación de la obligación de pagar el total del monto de la demanda en efectivo, o atenerse a los embargos que obliguen a entrar en default con la deuda reestructurada, la situación será más complicada para el Gobierno.

Políticamente sería muy duro volver de Estados Unidos sin nada. Ni siquiera algo “para la tribuna”. Y económicamente sería desastroso, si implicara caer en default.

Es justamente el riesgo que tiene el “funambulismo estratégico”. Que ambas partes terminen cayendo por la pendiente resbaladiza, sin que ninguno pueda hacer algo para retroceder.

Ocurrirá si los buitres y Griesa perciben que el Gobierno los corre con "la vaina", y por lo tanto no retroceden, y el Gobierno sigue aumentando la amenaza, hasta un punto de difícil retorno.

La Presidenta ha elegido una estrategia muy riesgosa, que hace difícil volver atrás.

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El problema de negociar desde la debilidad

martes, 17 de junio de 2014

Amenaza de no pago para forzar una negociación

Esta mañana, en el post El problema de negociar desde la debilidad, planteaba que el momento para negociar es antes, no después, de un fallo judicial.

En este caso, los fondos buitre que ganaron el litigio contra Argentina, obteniendo el 100% de su reclamo, con orden de pago en efectivo y con embargos previstos para garantizarlo, no deberían tener incentivos a negociar. Ir a una negociación implica, para Argentina, hacerlo entonces en un contexto de extrema debilidad.

Planteaba también que el argumento de que pagar según el fallo judicial dispararía reclamos por otros u$s 15,000 millones no sirve como argumento para la negociación ya que, desde el punto de vista de los fondos buitre que ganaron el litigio, ese es un problema de Argentina y no de ellos, debido a que los eventuales reclamos adicionales ocurrirían luego de haber embolsado sus u$s 1,300 millones (sí podría servir como argumento para el restos de los acreedores con posibilidad de demandar).

Y que una amenaza de default total sería poco creíble, como lo es cualquier amenaza que implique un costo muy elevado para quien la formula.

El anuncio de Kicillof esta tarde puede entenderse justamente en el marco de este análisis.

Sacando las justificaciones históricas para encuadrar política e ideológicamente las acciones del Gobierno (prácticamente la totalidad de la exposición), las palabras de Kicillof dejaron concretamente dos decisiones: (a) anunciar el inicio de un canje de deuda para cambiar bonos reestructurados con legislación extranjera por nuevos bonos con legislación argentina y (b) enviar a los abogados a negociar al juzgado de Griesa, aprovechando que mencionó en estos días que no pretendía empujar a la Argentina a un nuevo default.

Lo importante es lo segundo (la negociación), siendo lo primero (el anuncio de un próximo canje) un intento de reforzar la credibilidad de una amenaza de no pago que regenere el incentivo de los fondos buitre a negociar, aunque más no sea una forma de pago distinta del pago en efectivo. Una amenaza de no pago para forzar una negociación.

Si esta fuera efectivamente la estrategia del Gobierno, el juez Griesa tal vez podría (a) dar lugar a una demora en levantar la medida cautelar, permitiendo así el pago del vencimiento del 30 de junio, (b) propiciar un acuerdo de pago con los fondos que acaban de ganar el litigio que quede en los papeles no como una negociación voluntaria de Argentina sino, en todo caso, como la mejora de una imposición por fallo judicial (para evitar demandas de acreedores con bonos reestructurados), y (c) dejar precedente para que próximas demandas se resuelvan del mismo modo o propiciar una negociación con el resto de los acreedores con posibilidad de litigar que se extienda lo suficiente en el tiempo para que el cierre sea posterior al vencimiento de la cláusula de iguales derechos para los acreedores con bonos reestructurados.

Si esto ocurriera de este modo, se cerraría el capítulo del default de la deuda pública, sin haber ejecutado el canje de bonos con jurisdicción extranjera por bonos con jurisdicción argentina.

Mientras tanto, se profundizarán la mayoría de las dificultades macroeconómicas (ver post 10 meses difíciles) porque el plan A del Gobierno Nacional era equilibrar a partir de julio o agosto el mercado cambiario con dólares financieros que, tanto en el marco de una negociación como en el de la ejecución de un nuevo canje, se demorarán en llegar.

Notas relacionadas:
10 meses difíciles

El problema de negociar desde la debilidad

Muchos analistas están planteando que, frente a la difícil situación en que quedó Argentina luego del fallo de ayer de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, lo que conviene es negociar con los fondos buitre. El problema es que los fondos buitre que acaban de ganar la demanda judicial no deberían tener, naturalmente, mucho incentivo a negociar.

En medio de un litigio judicial, ambas partes pueden tener incentivos a negociar antes de conocer el fallo final, para asegurar un resultado mejor que el peor posible.

Pero luego de conocerse el fallo, quien gana pierde incentivos a negociar. ¿Para qué habría de negociar, si ya logró el mejor resultado posible?

Los fondos buitre que acaban de ganar el litigio por u$s 1,300 millones, lograron que la justicia de Estados Unidos (a) fallara a su favor, obligando a Argentina a pagar el monto total de la demanda, sin ninguna quita, y (b) estableciera embargos para garantizar el pago. Si alguna vez tuvieron algún incentivo a negociar, ya es tarde. Seguramente ya lo perdieron.

Excepto que el pago establecido por la Justicia estuviera en riesgo. El argumento de que pagarles implica disparar otros u$s 15,000 millones de nuevas demandas, y que eso complicaría a la economía argentina, no debería ser, para los fondos buitre, suficiente incentivo para negociar. A fin de cuentas, será un problema posterior de Argentina, una vez que los fondos que ganaron la demanda ya hayan cobrado sus u$s 1,300 millones. Apelar a la sensibilidad de fondos que se dedican a cobrar judicialmente la totalidad de bonos que compran por un puñado de dólares no parece una estrategia con chances de funcionar. A fin de cuentas, se trata de buitres.

Podría quedar algún incentivo a negociar si fuera creíble la amenaza de defaultear toda la deuda. Pero suele ser poco creíble una amenaza que genera un costo tan grande a quien la formula.

De esta forma, encarar una negociación con los fondos buitre que acaban de ganar el litigio contra Argentina implicaría negociar desde una posición de máxima debilidad.

Tal vez la mejor estrategia sea entonces:

a.- Pagar los u$s 1,300 millones para cumplir con el fallo y no quedar fuera de los mercados financieros, justo cuando el Gobierno necesita dólares financieros para que funcione su estrategia macroeconómica.

b.- Hacerlo con reservas del BCRA o, a lo sumo, negociar la entrega de bonos, con algún esquema parecido al del pago a Repsol (aunque ahora saldrá más caro).

c.- Llamar a negociación al resto de los bonistas que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, para aprovechar que ellos sí pueden tener incentivos a negociar, ante la posibilidad de que, en caso de ganar las demandas que hagan, el monto sea tan grande que ponga a la Argentina en riesgo de default.

d.- Extender las negociaciones hasta 2015, para que venza la cláusula de iguales derechos, que podría disparar demandas de los acreedores que entraron a los canjes de 2005 y 2010 (el pago de los u$s 1,300 millones no debería contar, ya que no fue decisión voluntaria de Argentina, sino imposición judicial).

El desafío entonces no es evitar el pago de u$s 1,300 millones sino evitar que se disparen nuevas obligaciones con los acreedores con bonos reestructurados y minimizar el monto a reconocer a los acreedores con posibilidad de litigar.

Que ese monto sea impagable, como planteó la Presidenta, porque equivale a una proporción muy grande de las reservas del BCRA, no es buen argumento. Con ese argumento no podría haberse acordado una deuda de u$s 9,700 millones con el Club de París. La estrategia de pagar vencimientos de deuda pública con reservas hace tiempo se hizo inviable.

El desafío del próximo Gobierno será entonces volver a los mercados financieros internacionales para refinanciar vencimientos y poder afrontar así una deuda pública total que, aún con los compromisos asumidos con Repsol, Club de París y fondos buitres, estará en niveles menores al 50% del PBI. Por supuesto, sin ninguna posibilidad de continuar con la estrategia de pagar vencimientos de deuda con reservas del BCRA, estrategia que el actual Gobierno llevó demasiado lejos.

Mientras esto se resuelve, tendremos varios meses, hasta comienzos de 2015, de alta incertidumbre, hasta cerrar el último frente financiero abierto, no de los fondos buitre que acaban de ganar el litigio, sino del resto de los acreedores con posibilidad de litigar.


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10 meses difíciles

Los próximos 10 meses serán particularmente difíciles para la economía argentina.

Porque estamos cerrando un primer semestre con un precario equilibrio monetario, financiero y cambiario.

Porque se complicó seriamente la estrategia del Gobierno Nacional de cerrar el segundo semestre cubriendo con dólares financieros el faltante de dólares del mercado cambiario que cubrieron primero los bancos y luego las exportaciones agropecuarias.

Porque el final de año se presenta complicado por el déficit fiscal y la emisión monetaria que habitualmente se concentran en diciembre.

Y porque, en épocas de economía turbulenta, los veranos suelen ser particularmente movidos, especialmente en este caso, con un Gobierno que estará entrando a su último año de gestión.

Las cuestiones monetarias, financieras y cambiarias han transitado desde febrero un equilibrio precario. El año comenzó con una marcada diferencia entre la demanda y la oferta de dólares en el mercado oficial, diferencia que cubría el BCRA perdiendo reservas.

Esto no se solucionó con la devaluación de enero (ver “Atrapados a la mitad”, del 28 de enero). La devaluación intentó eliminar expectativas de futuras devaluaciones, pero no lo logró, porque no logró siquiera reducir significativamente el problema de atraso cambiario, a tal punto que la pérdida de reservas del BCRA continuó luego de la devaluación, a una velocidad de u$s 1,000 millones sólo durante la semana posterior a la devaluación.

Aquella tendencia no terminó en crisis cambiaria por el “puente” hasta la liquidación de cosecha gruesa que tendió el BCRA obligando a los bancos a vender dólares, quitando presión sobre las reservas (ver “Tres puentes para estirar el atraso cambiario” del 4 de marzo). El segundo “puente”, el de los dólares agropecuarios, ya comenzó a quedarse corto a mitad de mayo. Y el tercer “puente”, el de dólares financieros hasta 2015, acaba de desmoronarse con la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Volvemos entonces a los problemas de inicio de año: el mercado cambiario nunca dejó de tener un exceso de demanda sobre la oferta de dólares, y volverán entonces las presiones sobre las reservas del BCRA.

Y puede resquebrajarse el equilibrio financiero que implicaba un dólar paralelo contenido por altas tasas de interés combinadas con tipo de cambio casi fijo, lo que permitía altos rendimientos en dólares siempre que se volviera a los dólares antes de una nueva devaluación. La incipiente baja de tasas de interés desde mediados de abril, y el regreso al dólar administrado ascendente de principios de mayo, mostraron cuán sensible es el dólar paralelo a las señales de tasas de interés y tipo de cambio (ver “Qué ocurre con el dólar”, del 20 de mayo). Con el agravante de que la política de déficit fiscal financiado con emisión monetaria y absorción de pesos para reducir la cantidad de dinero en circulación sólo puede ser una estrategia transitoria, por los riesgos que genera de mayor emisión en el futuro cercano (ver “Desagradable aritmética monetarista”, del 10 de febrero).

Nadie sabe cómo seguirá la novela financiera con los fondos buitre. Hoy son todas especulaciones. Si Argentina esquivará el fallo pagando por fuera de la plaza neoyorkina, alejándose de la posibilidad de colocar nueva deuda, si negociará forma de pago para este fallo y los que vengan, con esquemas parecidos a los del pago a Repsol, o si negociará con los fondos buitre ya no sólo una forma de pago, sino un acuerdo que incluya pagar menos que lo reclamado, pero más que lo ofrecido a los bonistas que aceptaron los canjes. Seguramente el Gobierno tampoco sabe qué hará. Por eso las respuestas no están en el discurso de anoche de la Presidenta.

Más allá de cómo se resuelva esta cuestión, las perspectivas económicas son hoy peores que la semana pasada. Será difícil convencer a cualquier ahorrista de que el Gobierno no se verá obligado (por las circunstancias) a devaluar. Y las expectativas de devaluación paralizan al sector inmobiliario y de la construcción, por las expectativas de comprar inmuebles más baratos en dólares luego de una devaluación; también presionan a las tasas de interés en pesos, por competencia directa con el rendimiento esperado de activos en dólares; genera sobreprecios en insumos industriales, por aumentos para garantizar el incierto costo de reposición; y desalientan la entrada de dólares financieros que podrían sentirse atraídos, a poco tiempo de final de mandato presidencial, previendo una eventual recuperación económica desde 2016. Entre muchos otros impactos negativos, sobre una economía real (es decir, la vinculada a la producción y el empleo) complicada desde hace ya un año.

Mientras tanto, hay que seguir tomando decisiones económicas, financieras y de negocios, a pesar del contexto de altísima incertidumbre. Para detectar amenazas, y también oportunidades, todas ellas magnificadas por la inestabilidad económica.

Como tantas veces en los últimos 40 años.

Por eso los próximos 10 meses requerirán prestar mucha atención a la economía.


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viernes, 13 de junio de 2014

El poder adquisitivo de los salarios

Comenzó durante abril y mayo la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, a partir de los primeros aumentos salariales del año. Pero si la inflación continúa en torno al 2% mensual, la recuperación se agotará alrededor de agosto, terminando el año por debajo del nivel de los dos años previos.

El análisis, en la edición de ayer de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


Los temas de la semana

La decisión de la Corte de Estados Unidos, que recién se conocerá el próximo lunes, la inflación del 2.28% en mayo según el IPC Congreso, los problemas del sector automotriz aún con acuerdo con Brasil, el tope a las tasas de interés, entre otros temas, en el Desayuno Económico de esta mañana en FM 90.7 Punto a Punto Radio.

Aquí el audio:


jueves, 12 de junio de 2014

Sector automotriz y poder adquisitivo de los salarios


Para el equipo económico, los problemas del sector automotriz comenzaron este año, luego de la devaluación. Pero en realidad comenzaron hace un año, cuando comenzó a caer el poder adquisitivo de los salarios, que no se recuperará suficientemente mientras la inflación continúe en torno al 2% mensual.

La relación entre el poder adquisitivo de los salarios y las ventas de automotores nacionales

Nota completa:

Los problemas con el dólar

Uno de los problemas de la economía argentina durante los últimos años de la Convertibilidad fue el atraso cambiario, producto del encarecimiento del dólar en el mundo. Desde hace 3 años, el atraso cambiario es nuevamente un grave problema de la economía argentina.

Es difícil salir de un atraso cambiario. Lo era en los 90 por la imposibilidad de devaluar, y lo es hoy por la elevada inflación, que tiende a anular los efectos de la devaluación sobre la competitividad cambiaria.

El análisis, en la edición del martes pasado de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


La preocupación por la deuda pública

El acuerdo con el Club de París, el pago a Repsol con títulos de deuda y el pago a empresas que ganaron juicios en el CIADI generan compromisos financieros para los próximos años. Esto ha generado cierta preocupación por la carga de la deuda que dejará este Gobierno.

Parte de estas preocupaciones puede ser exagerada. Este gobierno dejará muchos problemas económicos, pero probablemente no uno de excesivo endeudamiento.

El análisis, en la edición del jueves 5 de junio de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


El acuerdo con el Club de París

Algunas críticas al acuerdo con el Club de París son injustificadas. Que sólo el 10% de la deuda sea pagado por el actual Gobierno es una de ellas. No era conveniente, ni siquiera viable, pagar la totalidad de la deuda en lo que queda del actual mandato.

Y parte de la euforia oficial es exagerada. La ausencia del FMI es un triunfo político del Gobierno, pero de escasa significación económica.

El análisis, en la edición del martes 3 de junio de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.


miércoles, 11 de junio de 2014

Pobreza, inflación, deuda y caída del empleo. En Zona Política TV.

La semana pasada, en el programa Zona Política, por Canal 10 de Córdoba, analizamos la situación actual de la economía argentina, el acuerdo con el Club de París y la caída del empleo en la industria, entre otros temas.

Me pareció importante plantear el grave problema de la pobreza que, curiosamente, quienes defienden explícitamente al Gobierno Nacional directamente no mencionan, aunque paradójicamente se autodefinan como progresistas. Nadie con un mínimo de sensibilidad social debería ser indiferente a la pobreza, deuda pendiente de todos los gobiernos desde el regreso de la democracia.

De paso, con Eduardo González Olguín mostramos que es posible debatir desde posiciones muy diferentes, sin caer en la agresión ni la descalificación.

El video completo, en tres partes.




viernes, 6 de junio de 2014

Los temas de la semana

Qué puede pasar con la primera revisión de las estadísticas oficiales por parte del FMI y con la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos sobre las demandas de bonistas contra Argentina, por qué la inflación sigue en torno al 2% mensual y cómo siguen los problemas del sector automotriz.

Estos temas, en el desayuno económico de esta mañana en FM 90.7 Punto a Punto Radio.

Aquí el audio: