Desde hace semanas
vengo reiterando mi desacuerdo con la
visión generalizada de que la economía se está “desacelerando”. Desacelerar
significa reducir la velocidad; en términos económicos significa seguir
creciendo, pero cada vez más lentamente. Sin embargo, todos los indicadores disponibles muestran que la actividad económica nacional
dejó de crecer a finales del año pasado, y comenzó a caer durante los últimos
meses. Algo muy diferente a “desacelerar”.
La actividad económica general fue, según
el propio INDEC, un 0.8% más baja en
mayo de este año que en diciembre del año pasado (y un 5.9% más baja en el
caso de la industria) y, según Ferreres, un 3.4% inferior en junio que en septiembre del año pasado (6.5% más
baja en el caso de la industria).
Por algún motivo difícil
de identificar, en Córdoba también se ha
arraigado fuertemente el diagnóstico de la desaceleración, aunque la evidencia indica que aquí ese
diagnóstico tampoco es correcto. Para poder analizar esta cuestión, Economic Trends diseñó el Índice de Actividad Económica en Córdoba,
en base a técnicas econométricas que sirven para descomponer los valores
anuales del Producto Bruto Geográfico provincial en valores mensuales y a
metodología para la construcción de índices de actividad económica diseñada por
el National
Bureau of Economic Research de los Estados Unidos, aplicada de un modo
que permite contar con estimaciones actualizadas aun cuando no todos los
indicadores económicos que lo componen estén disponibles sin demoras.
¿Qué muestra el IAEC?
Que la actividad económica provincial
creció un 0.9% durante el cuarto trimestre del año pasado (con relación al
trimestre anterior, eliminada la estacionalidad), se estancó durante el primer trimestre de este año (es decir, la
tasa trimestral de crecimiento fue nula) y cayó
un 1.1% durante el segundo trimestre del año, una caída muy importante si
se tiene en cuenta que equivale a una
caída del 4.3% anual. El siguiente gráfico muestra esta evolución:
En el gráfico se
distinguen claramente cuatro etapas: (1) crecimiento
hasta septiembre del año pasado, (2) desaceleración
(crecimiento a menor ritmo) entre septiembre y diciembre, (3) estancamiento (ausencia de crecimiento)
entre diciembre del año pasado y marzo de este año y (4) caída, desde marzo en adelante.
¿Cuánto debería
preocuparnos el hecho de que la actividad económica esté cayendo en Córdoba? Un
buen punto de referencia es la comparación con anteriores recesiones. El siguiente
gráfico muestra esa comparación:
La línea celeste muestra
una menor caída desde el pico de
actividad en diciembre del año pasado que
durante los primeros 6 meses de cada una de las tres últimas recesiones. La
diferencia es particularmente marcada con relación a la recesión iniciada a
fines de 2008 (línea roja), cuando se produjo una rápida y brusca caída de la
actividad económica.
Mañana profundizaré
este tema en mi exposición durante la Conferencia
Jóvenes Empresarios, organizada por la Unión Industrial de Córdoba, a
continuación del Coloquio Industrial.