Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

jueves, 17 de octubre de 2013

¿Qué les pasa a los metalúrgicos?

Los números que presentamos esta semana con la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba muestran que, durante el segundo cuatrimestre de este año, el 49% de las empresas metalúrgicas de la provincia de Córdoba produjo menos que un año atrás, el 32% empleó una menor cantidad de trabajadores y el 68% redujo su rentabilidad.

Los números de FIEL, a nivel nacional, muestran una caída del 6.4% en la producción de la rama metalmecánica durante igual periodo (en comparación con el segundo cuatrimestre de 2012). La UIA publicó ayer datos propios que dan cuenta de una caída del 12.2% en la producción de la rama automotriz en agosto, en comparación con un año atrás. Varios medios dieron cuenta esta semana de la preocupación de los gremios UOM, SMATA y ASIMRA por el empleo del sector durante los próximos meses, ante la menor demanda brasileña de automóviles y autopartes argentinas.

Si todos estos datos, proveniente de fuentes muy diversas, plantean la existencia de problemas en el sector metalúrgico, algo tiene que estar ocurriendo. Seguramente los problemas son varios, pero hay uno de magnitud que explica gran parte de las dificultades que enfrenta el sector: el atraso cambiario. El gráfico siguiente, con la evolución del tipo de cambio real contra Brasil, es elocuente (clickear para agrandar):


Desde comienzos de 2011, la competitividad cambiaria contra Brasil cayó un 36.7%, a tal punto que hoy el tipo de cambio real contra Brasil es similar al de fines de 1997, en plena Convertibilidad, con el agravante de que hoy la presión impositiva es mayor que en aquel entonces, incluyendo retenciones que gravan las exportaciones industriales.

Usar este tipo de estadísticas para dimensionar el problema no significa, necesariamente, plantear que la solución es devaluar. El tipo de cambio real es una variable económica que sintetiza cuatro componentes: tipo de cambio y precios acá, y tipo de cambio y precios en nuestros socios comerciales, en este caso, en Brasil. Sobre el tipo de cambio y los precios en Brasil no podemos hacer nada, pero sobre el tipo de cambio y los precios acá sí, porque ambos son consecuencia de la política económica. El Gobierno Nacional ya está “devaluando”, al subir más aceleradamente el tipo de cambio oficial, pero no logra revertir el atraso cambiario por la elevada inflación. Pero si siguiera subiendo el tipo de cambio al mismo ritmo, mientras aplica políticas que impliquen menor inflación, el problema comenzaría a revertirse.

Por lo tanto, plantear que parte del problema de los metalúrgicos (y de otros sectores, y del conjunto de la economía) es el atraso cambiario tiene que ver más con la inflación que con el tipo de cambio. En línea con lo que el Gobierno Nacional reconoce, al menos según lo que planteó ayer uno de sus principales dirigentes, Daniel Scioli, en el Coloquio de IDEA.

Si el propio Gobierno reconoce que la política económica no ha funcionado hasta ahora para solucionar el problema inflacionario, sin duda todos, industriales metalúrgicos, economistas y funcionarios, tendríamos que estar discutiendo lo mismo: cómo bajar la inflación.