Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Qué está ocurriendo con la industria cordobesa

Columna de opinión en el suplemento por el Día de la Industria 
en la edición de hoy del diario Comercio y Justicia

Resulta difícil analizar con precisión la evolución de la actividad económica en los distintos sectores de la provincia de Córdoba. Ni el estado provincial ni las entidades empresarias dedican suficientes recursos a generar este tipo de estadísticas, salvo excepciones como la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes (CIMCC) y la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos (CEDUC). Pero estos esfuerzos son insuficientes para una provincia con el nivel de desarrollo productivo de Córdoba.

Esto ocurre de un modo particular en la industria, que produce el 16% del valor agregado provincial e incluye ramas de larga tradición en la provincia, como la metalmecánica y la alimenticia. De todos modos, es posible extraer algunas conclusiones relevantes para la industria cordobesa a partir de estadísticas nacionales. Según datos de FIEL: (a) la producción industrial fue, durante los primeros 7 meses del año, prácticamente igual que un año atrás (-0.3%), (b) sólo dos ramas industriales, muy importantes para Córdoba, mostraron fuerte crecimiento: la automotriz (+18.6%) y la de minerales no metálicos, que incluye la producción de cemento (+6.7%), (c) otra rama muy importante para Córdoba, la industria alimenticia, mostró un muy leve crecimiento (+0.7%), (d) todas las demás ramas industriales sufrieron caídas, destacándose la rama metalmecánica (-10.2%), también de gran peso en la industria local. Los datos de Orlando Ferreres muestran algo parecido.

No es casualidad que esto ocurra, ya que la industria en todo el país enfrenta un contexto macroeconómico adverso, signado por el atraso cambiario y las restricciones a las importaciones. El tipo de cambio real contra Brasil se redujo más del 30% desde mediados de 2011, está hoy casi un 40% por debajo del nivel de fines de 2007 y es prácticamente igual al de fines de 1997, en plena Convertibilidad (y en aquel entonces sin retenciones a las exportaciones industriales). Esto no se soluciona con la mayor depreciación del tipo de cambio oficial de las últimas semanas, porque el Gobierno Nacional sigue “corriendo desde atrás” al problema del atraso cambiario: con la depreciación de las monedas de la región desde comienzos de mayo, en especial del real brasileño, el ritmo de suba de nuestro dólar oficial ya no sólo tiene que compensar nuestra mayor inflación, sino también compensar el abaratamiento de los productos de nuestros socios comerciales generado por la depreciación de sus monedas.

Y adicionalmente, pero también como reacción a los efectos del atraso cambiario, el endurecimiento de las restricciones a las importaciones genera dificultades en empresas industriales a las cuales se les encarecen los costos de parte de sus insumos. La paradoja de una política de restricciones a las importaciones que podría interpretarse como una política industrial proteccionista, y sin embargo impacta negativamente sobre la producción industrial, simplemente porque no fue diseñada para proteger a la industria sino para hacer que sobren dólares.

A esto se agregan, por supuesto, muchos otros factores. La creciente presión impositiva, el alargamiento de la cadena de pagos cada vez que las expectativas de suba del dólar paralelo secan la financiación extra bancaria en pesos para las empresas más pequeñas, la menor demanda de Brasil como consecuencia de las dificultades que está enfrentando para crecer, la menor actividad de construcción privada, que reduce la demanda de productos industriales destinados a ese sector, entre muchos otros.

Y más paradojas en esta economía plagada de matices: uno de los productos industriales con mayor crecimiento en el último año es el cemento, pero muchas empresas metalúrgicas que proveen al sector de la construcción no tuvieron la misma evolución. La respuesta seguramente está en que construcción pública y privada evolucionan a distinto ritmo, con la primera recuperándose fuertemente, en medio de un año electoral, pero la segunda estancada en un nivel muy bajo como consecuencia de la menor actividad inmobiliaria del último año y medio.

Todo esto en un contexto en el cual la actividad económica general en la provincia va perdiendo fuerza. Según el Índice de Actividad Económica en Córdoba, elaborado por Economic Trends con metodología diseñada por el National Bureau of Economic Research, el crecimiento económico se redujo del 1.6% durante el último trimestre de 2012 (en comparación con el trimestre previo) al 1.2% durante el primer trimestre de este año y al 0.5% durante el segundo trimestre.

Este contexto complejo puede modificarse en caso de que, luego de las elecciones, el Gobierno Nacional reaccione ante los desafíos económicos que enfrenta. Un escenario que no habría que descartar es un desdoblamiento cambiario que mejore la rentabilidad del sector industrial, minimizando el impacto sobre los precios de bienes de consumo masivo. 

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