En los dos posts anteriores me ocupé de cómo el Gobierno Nacional intenta mostrar una situación macroeconómica
diferente de la real mediante un análisis equivocado de datos económicos reales
(ver los posts “Cristina, Canadá y Australia” y “Giorgi y sus comparaciones internacionales de desempleo”). En este post me voy a ocupar de cómo a veces el sector privado muestra una
situación sectorial diferente de la real, pero sin siquiera fundamentar su
análisis en los datos.
La mayoría de los medios cordobeses publica hoy la cobertura de una conferencia
de prensa brindada por una entidad que agrupa a corredores públicos
inmobiliarios que tuvo una particularidad: no
es habitual que se convoque una conferencia de prensa en la cual no se
presenten estadísticas que fundamenten el análisis. El portal de Infonegocios (click aquí) lo refleja
claramente en una infografía: según las estadísticas del Colegio de Escribanos de la
Provincia de Córdoba, la cantidad de escrituras durante el primer
semestre de este año fue un 9% inferior a la registrada durante el primer
semestre de 2012; según las estadísticas de la Cámara Empresarial de
Desarrollistas Urbanos de Córdoba (CEDUC), las ventas de inmuebles del
sector agrupado en la entidad (independientemente de si fueron escrituradas o
no) fueron, durante los primeros 7 meses del año, un 15% inferiores a las
registradas durante los primeros 7 meses de 2012; según el Colegio Profesional de Corredores
Públicos Inmobiliarios, las ventas de inmuebles aumentaron, aunque no tienen estadísticas que
fundamenten esta conclusión.
Algunas reflexiones al respecto:
1.- Analizar la situación de un sector de actividad sin datos genera la comodidad de poder realizar cualquier afirmación:
el mismo análisis puede mostrar que las ventas aumentan, se reducen o
permanecen estancadas. Con los datos en
la mano esto no ocurre: las ventas aumentan, disminuyen o están estancadas,
pero hay una sola posibilidad. Es la restricción
que imponen las estadísticas: el análisis está obligado a explicar lo que indican los datos, sin la flexibilidad de
permitir cualquier conclusión. Muchas veces es incómodo atenerse a las estadísticas, como ocurre cuando la realidad que muestran no es la
deseada. Creo que es lo que ocurre actualmente con la CEDUC, entidad a la
cual probablemente le resultaría más grato, y hasta
conveniente, decir que las ventas están aumentando, pero no puede hacerlo
porque sus propias estadísticas indican que no es así.
2.- La mayor parte de los sectores productivos en las distintas regiones
del país no cuenta con estadísticas sobre
la situación sectorial, por deficiencias
de los organismos públicos que no las generan, o las generan sin la
rigurosidad metodológica necesaria para que resulten confiables, y por la decisión de sus entidades empresarias y
profesionales de no destinar recursos y esfuerzos a generarlas. En Córdoba
existen excepciones, como la CEDUC, el Colegio de Escribanos, la Cámara de
Industriales Metalúrgicos y de Componentes, el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas, durante mucho tiempo la Cámara de Comercio. Y no muchas más.
3.- El caso de la CEDUC es particularmente interesante. Su índice de ventas de inmuebles es único
en su tipo: (a) es la única estadística que mide ventas de inmuebles efectivamente realizadas en cada mes
calendario, independientemente de si han
sido escrituradas o no, (b) releva datos con un mecanismo de triangulación
de mails que garantiza la total confidencialidad de las respuestas de cada
empresa, de tal modo que elimina incentivos
a reportar datos diferentes de los reales, (c) está elaborado con rigurosidad metodológica, incluyendo
técnicas estadísticas para evitar distorsiones por diferente cantidad de
respondentes, (d) está elaborado por una
empresa independiente de los intereses sectoriales, (e) abarca a los principales desarrollistas de una
ciudad (en este caso, Córdoba), (f) cubre todas
las tipologías comercializadas por esos desarrollistas. Todo esto hace, del
índice de la CEDUC, un buen termómetro
de lo que ocurre en el sector desarrollista de Córdoba.
4.- Por supuesto que no refleja
todo lo que ocurre en el sector inmobiliario. No tiene sentido exigirle que
lo haga a un índice elaborado con recursos y esfuerzo de empresas
desarrollistas. La exigencia de medir
ventas de inmuebles de segunda mano, o de incorporar la actividad de empresas
inmobiliarias, debería recaer sobre índices elaborados por entidades
empresarias y profesionales vinculadas directamente a la actividad inmobiliaria.
La existencia de estos índices constituiría un gran aporte a las estadísticas sectoriales, complementando las
estadísticas ya generadas por los desarrollistas.
5.- De todos modos, aun cuando no sean de mucha utilidad análisis no
fundamentados en los datos, sino en anécdotas y percepciones personales, es interesante tomar el planteo y analizar
qué está ocurriendo efectivamente con las ventas de inmuebles, en Córdoba y
en el país. Un análisis en este sentido en La Construcción en 5 Minutos, La Construcción en 2 Páginas y La Construcción en Cifras.
6.- En un contexto en el cual las
políticas macroeconómicas están perjudicando fuertemente a los sectores de la
construcción privada, desarrollista e inmobiliario, puede ser una mejor
idea mostrar lo que está ocurriendo
realmente con estos sectores, en lugar de ocultarlo, y poner foco en plantear públicamente cuáles son las políticas a revertir
para modificar este estado de cosas, como la política cambiaria, incluyendo las
restricciones a la compra de dólares.