Un blog de economía para no economistas

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viernes, 17 de agosto de 2012

Los 3 efectos monetarios que favorecen al Gobierno Nacional


En los últimos días se ha generado preocupación en muchos analistas por las consecuencias inflacionarias que puede tener una mayor emisión monetaria durante los últimos meses del año. Creo que esas preocupaciones no están teniendo en cuenta tres efectos monetarios que pueden beneficiar al Gobierno Nacional, que le permitirán emitir más dinero sin generar mayor inflación. Ellos son:

1.- Efecto pesificación.

Un razonamiento muy común por estos días, pero equivocado, es que las prohibiciones a la compra de dólares, al reducir la compra de dólares como mecanismo para “descargar” excedentes de pesos no deseados como consecuencia de la inflación, generarán mayor inflación. El error radica en que, con posibilidad de comprar dólares, se puede producir una “descarga” de pesos a nivel individual, pero no a nivel agregado o colectivo, dado que luego de la compra de dólares, los pesos excedentes siguen en circulación, a menos que quien venda esos dólares sea el BCRA. Es decir, los pesos no “desaparecen” por el hecho de que la gente quiera ahorrar en dólares. Por el contrario, con prohibiciones a la compra de dólares, la demanda de pesos aumenta en lugar de disminuir, ya que alguien en la economía tiene que stockearse de pesos, al menos por periodos reducidos de tiempo, para realizar transacciones que antes se realizaban en dólares.

Ejemplo concreto: transacciones inmobiliarias que antes no requerían pesos, porque se realizaban entregando dólares, ahora se realizan entregando pesos, aun cuando los precios de los inmuebles estén denominados en dólares. Con mayor utilización de pesos (mayor demanda de pesos, en términos económicos), el BCRA puede emitir más cantidad de pesos sin generar un exceso de oferta de pesos, ya que esos pesos son demandados para realizar esas transacciones, y por lo tanto sin generar un desequilibrio monetario que genere presiones inflacionarias adicionales a las ya existentes.

2.- Efecto “billete de 100”.

Hace más de un año, en julio de 2011, escribí el post “¿Querés saber cuál es el truco para emitir al 38% y tener inflación de sólo el 23%?” (para leerlo, hacé click aquí) en el que mostraba cómo lo que denomino “efecto billete de 100” explicaba por qué la inflación era mucho más baja que la pronosticada por la mayoría de los economistas.

El “efecto billete de 100” funciona de la siguiente manera. Dado que el BCRA ha estado emitiendo sólo billetes de 100, desde hace mucho tiempo (obviamente, más de un año, dado el momento en que planteé ese efecto), ha ido aumentando tanto la proporción de billetes de 100 dentro del total de los billetes emitidos, que cualquiera que vaya a un cajero automático sólo puede extraer múltiplos de 100, porque el resto de los billetes no están en condiciones de ser operados en cajeros (dado que casi ni se reponen billetes de menor denominación, éstos están muy deteriorados, como podés comprobar fijándote en los billetes que tengas en tu billetera), y también porque operativamente no resulta eficiente llenarlos con billetes de menor denominación (habría que reponer billetes en los cajeros con mucha más frecuencia). Esto genera que alguien que necesite, digamos, 120 pesos para realizar transacciones en efectivo, se vea obligado a extraer 200 pesos, el menor múltiplo de 100 con que puede hacerse de esos 120 pesos a través del cajero automático. Pero esto implica que en lugar de dejar en su bolsillo 120 pesos, dejará 200 pesos hasta el momento en que los haya gastado completamente, momento de ir nuevamente al cajero. La diferencia entre tener en el bolsillo 120 pesos, o tener 200 pesos es, en términos económicos, un aumento en la demanda de dinero, “artificial” o no deseado, si se quiere, pero aumento de demanda al fin.

Nuevamente, con mayor demanda de pesos, el BCRA tiene más margen para emitir dinero sin generar presiones inflacionarias adicionales, ya que sólo la emisión que exceda esa mayor demanda de dinero es la que genera inflación. ¿No estás muy convencido de este efecto? Con actividad económica al mismo nivel que un año atrás, la cantidad de dinero en circulación es un 34% mayor que hace un año, mientras que la inflación fue de sólo el 24%, cuando cualquier economista habría apostado, con estos números, por una inflación del 34%. El “efecto billete de 100” funcionó para pronosticar acertadamente una inflación muy por debajo del ritmo de emisión monetaria.

3.- Efecto esterilización monetaria.

Durante mucho tiempo, el BCRA realizó lo que se denomina “esterilización monetaria”, que consiste en retirar dinero de circulación a través de la colocación de títulos de deuda a corto plazo (las letras y notas del BCRA, denominadas LEBAC y NOBAC). Esto permite que la emisión original de dinero para comprar dólares o para prestarle al Tesoro Nacional reduzca su impacto inflacionario, ya que la esterilización hace que la cantidad de dinero en circulación aumente en menor proporción que la emisión original.

Durante el último año, el BCRA no ha utilizado este instrumento monetario. En efecto, al 3 de agosto, el stock de LEBAC y NOBAC sumaba $ 88,679 millones, mientras que 12 meses atrás sumaba $ 84,709 millones. Es decir, no ha habido colocación neta de estos instrumentos.

Desconozco los motivos por los cuales el BCRA no ha “esterilizado” la gran cantidad de dinero emitido en el último año (emisión del 34%). Tal vez haya detectado los dos efectos anteriores, y haya caído en la cuenta de que tenía mayor margen para dejar esos pesos en circulación, sin generar presiones inflacionarias adicionales. O tal vez ha realizado una política monetaria menos “estratégica” y más de “prueba y error”, testeando cuánta emisión resultaba compatible con la inflación actual, dejando el instrumento de la esterilización listo para ser utilizado en cuanto detectara un eventual aumento de la inflación. Lo cierto es que hace un año, el stock de LEBAC y NOBAC representaba el 44% de la base monetaria, mientras que hoy representa sólo el 34%. Conclusión: el BCRA tiene margen para esterilizar gran parte de la mayor emisión monetaria que realice durante lo que resta del año, reduciendo así su potencial inflacionario.

Creo que estos tres efectos son de primerísima importancia para comprender lo que puede ocurrir con la economía en el resto de 2012, y durante 2013, y para comprender el margen de política económica que tiene el Gobierno Nacional en vísperas de un año electoral.

Las implicancias de efectos como el “efecto billete de 100” son interesantísimas. Si el Gobierno Nacional lo descubriera, podría crear un billete de 200 o de 500 pesos, potenciando ese efecto: llenando los cajeros con esos billetes de mayor denominación (lo que además reduciría los costos logísticos de los bancos), ¡hasta para hacerse de 50 pesos a través de los cajeros automáticos sería necesario extraer 200 o 500 pesos! Y podría “venderlo” en términos de opinión pública no como la consecuencia de la alta inflación (argumento que lo ha inhibido hasta ahora de emitir billetes de mayor denominación), sino como parte del proceso de pesificación de la economía, ya que las transacciones que antes se realizaban en dólares, como las transacciones inmobiliarias, con billetes de 100 como billete de mayor denominación requieren un volumen enorme de billetes, problema que se reduciría poniendo en circulación billetes de mayor denominación (podría haber reservado el billete de Evita para estos nuevos billetes).


Dada la importancia de estos efectos y, además, dado que los dos primeros efectos no son muy intuitivos, ni siquiera para los economistas (no los vas a encontrar en ningún libro de economía), no dudo de que seguiremos analizándolos durante las próximas semanas, mientras vamos analizando las perspectivas para el próximo año.

5 comentarios:

  1. Hola Gastón, muy interesante tu análisis... al parecer seguirá habiendo aire en los próximos años para el fogoneo monetario.
    Una consulta con respecto a tu tesis del "efecto billete de $100". ¿Por qué considerás que aumenta la demanda de dinero al efectuar el retiro de los billetes de un cajero? Pienso que las cuentas líquidas ya son demanda de dinero... más considerando que son saldos a mano, disponibles inmediatamente a través de una tarjeta de débito. Me cuesta creer que haya algún efecto significativo por esta vía.
    Un saludo y felicitaciones por el blog.

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  2. Excelente pregunta Emanuel! Al tener que retirar más efectivo, cambia la composición de los medios de pago, a favor del efectivo y en contra de los depósitos. En otras palabras, se reduce el multiplicador monetario.

    Si la economía funcionaba con los $ 120 en el bolsillo de la persona del ejemplo y $ 120 en el banco, de repente pasó a funcionar con $ 200 en el bolsillo y $ 40 en el banco. A los $ 80 adicionales en el bolsillo los proveyó el BCRA con nueva emisión, sin generar nueva inflación, y los $ 80 menos en el banco bajaron el multiplicador, con lo cual la economía funciona con más pesos en circulación y menos depósitos, y por lo tanto el solo hecho de tener que retirar más efectivo permite absorber la emisión adicional sin que ningún otro efecto presione sobre los precios (el resto de la emisión, la que excede los $ 80 que van al bolsillo de la persona del ejemplo, aumenta tanto la circulación monetaria, como los depósitos y los precios).

    En números: entre junio de 2008 y junio de 2010, la base monetaria creció un 26%, mientras que M2 creció un 32% (M2 subió 6 puntos porcentuales más que la BM). En cambio, entre junio de 2010 y junio de 2012, la BM creció un 87%, mientras que M2 creció un 81% (la BM subió 6 puntos porcentuales más que M2).

    Abrazo!

    Gastón

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  3. Hola Gastón:

    Me gustaría hacer una consulta respecto de lo que planteaste en el punto 1) y tal vez quisiera dar un paso más allá.
    Entiendo que ese "Efecto Pesificación" podría incluso extenderse hacia uno de las funciones del billete que es el ahorro, porque históricamente nuestro país tuvo una clara tendencia a ahorrar en U$S, actualmente con las restricciones impuestas mucha gente no puede hacerse de los U$S que resguardarían su ahorro, si a esto le sumamos que muchas de las operaciones inmobiliarias están bajo la mira de la AFIP, y tal cual deberíamos reconocer, una parte importante de la población cuenta con ingresos no declarados ante el organismo Fiscal y por lo tanto debe evitar aquellas operaciones que lo pongan en evidencia, y tal vez esa porción de la población ya ha efectuado todas las compras de bienes no registrables posibles o "razonables", pregunto:
    No sería muy descabellado que durante un tiempo, al menos, mucha gente se vea empujada a tener que ahorrar en pesos en medios no bancarizados ni registrables (llámese cajas de seguridad o el famoso colchón) ????
    Esto tal vez genere por un período de tiempo una absorción de billetes que restrinjan el circulante y por lo tanto restrinjan el efecto multiplicador ???? Ahora luego de un corto período de tiempo y dado que seguramente seguirá el proceso inflacionario en nuestro país, esa misma gente no se verá "forzada" en algún momento a tener que desprenderse de esos ahorros que se disminuirán, en términos reales, día a día ???? Cuando esto suceda, no habrá un efecto explosivo del factor multiplicador ????

    Te consulto esto tal vez desde un punto de vista muy inocente pensando probablemente de manera equivocada en que una gran parte de esa población, que genera ingresos no declarados a los organismos Fiscales, tal vez no tenga las suficientes herramientas para poder hacerse de bienes o monedas que resguarden sus ahorros de la inflación de formas más sofisticadas.
    Es erroneo el razonamiento?

    Desde ya muchas gracias y aguardo tus comentarios

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  5. Hola Carlos.

    Si imaginamos una persona que tenga excedentes de pesos no declarados, que no pueda utilizarlos para invertir en activos que puedan quedar registrados, tendrá que evaluar básicamente dos alternativas: (1) atesorar pesos, que se deprecian 25% contra bienes en general y probablemente 20% contra dólares o (2) comprar dólares en el mercado paralelo (mantendrá valor en dólares y perderá en poder de compra de bienes). Creo que aun comprando caro, sería razonable pensar que se inclinará a la opción 2.

    En síntesis, creo que se producirá un aumento de la demanda de pesos por motivos transaccionales (más pesos guardados por periodos cortos de tiempo para realizar las operaciones), pero no por motivos de atesoramiento.

    De todos modos, el motivo transaccional puede ser lo suficientemente importante como para permitir una fuerte emisión de dinero sin mayores presiones inflacionarias.

    Saludos!

    Gastón

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