Desde que comenzó la depreciación del real brasileño vengo sosteniendo que el espejo en el cual tenemos que mirar lo que está ocurriendo, para tratar de anticipar qué pude ocurrir, es lo que ocurrió en 2008 y 2009, y no lo que ocurrió en 1999.
Un buen gráfico sirve para mostrar esto de manera muy simple. Dos buenos gráficos sirven para hacerlo de manera contundente.
Va el primer gráfico: la línea negra es la evolución del tipo de cambio Brasil a lo largo de un año completo a partir del 1 de agosto de 2008; la línea bordó es la evolución del tipo de cambio en Brasil desde el 1 de agosto de 2011 hasta ayer.
Va el segundo gráfico. Es simplemente un “zoom” sobre el gráfico anterior, para ver con más detalle lo que ha ocurrido hasta ahora, comparado con igual periodo de la experiencia de 2008.
Por supuesto, que en estos dos meses la realidad se haya repetido de manera casi idéntica a lo ocurrido hace exactamente tres años no asegura que continúe haciéndolo a futuro. Se trata de una simetría infrecuente en la dura realidad económica. Pero sí nos da una base para sospechar, al menos sospechar, que lo que está ocurriendo tiene alguna similitud con lo que vimos en 2008, como vengo sosteniendo.
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