Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La paradoja de la estabilidad inflacionaria


En economía suele utilizarse la palabra estabilidad para referir períodos con estabilidad de precios. De ahí que se denominen “planes de estabilización” a los planes económicos destinados a eliminar la inflación. “Estabilidad inflacionaria” sería entonces un oxímoron.

La contradicción de las dos palabras es más marcada aún si se tiene en cuenta la hipótesis que planteó hace mucho tiempo Milton Friedman, el “padre” del Monetarismo: la volatilidad de la inflación es mayor cuanto mayor es su nivel. Es decir, a mayor inflación, mayor inestabilidad inflacionaria. Axel Leijonhufvud, economista sueco de pensamiento keynesiano, en las antípodas de Friedman, planteó alguna vez algo similar: una inflación estable en un nivel alto (digamos, 25% anual) requiere la misma disciplina monetaria que una inflación estable en un nivel bajo (digamos, 5% anual), pero un banco central con una inflación elevada ya ha demostrado que no tiene disciplina monetaria (por eso genera una alta inflación) y, por lo tanto, difícilmente logre mantenerla estable. En el pensamiento de Leijonhufvud tampoco puede haber estabilidad inflacionaria. Argentina está demostrando que tanto Friedman como Leijonhufvud  pueden estar equivocados.

En efecto, la inflación en Argentina ha sido durante los últimos dos años sumamente estable. Y esto no parece ser casualidad. Como ya planteé en otra oportunidad (ver el post “El pronóstico inflacionario de Roubini”), en 70 años de historia económica argentina, hubo diez episodios en los cuales se cruzó el umbral del 30% anual de inflación, y en sólo uno de ellos la inflación se desbocó; de los restantes 9, en sólo 3 la inflación estuvo por encima del 30% durante más de un año. Probablemente esta “estabilidad” de la inflación se deba a que en estos niveles elevados, comienzan a jugar un papel importante los factores que generan “inercia inflacionaria”: si todo el mundo cree que la inflación será del 25% anual, todo el mundo intentará ajustar contratos y salarios por el 25%, y por lo tanto la inflación tenderá a ser del 25%.

En estas semanas, mucho se ha hablado de inflación, y de su posible aceleración dada la fuerte emisión monetaria que se viene produciendo. La realidad es que la inflación continúa presentando una estabilidad muy marcada. El gráfico siguiente lo muestra claramente: la línea roja muestra la inflación mensual entre enero y julio de 2012, mientras que la línea negra muestra la inflación mensual entre enero y julio de 2011, en ambos casos utilizando la estadística de precios elaborada por la Dirección de Estadísticas de la Provincia de San Luis. Ambas líneas son notablemente parecidas.



Que la inflación sea estable no significa que no sea un problema, aunque por supuesto sería un problema mayor aun si mostrara alta inestabilidad y, por lo tanto, alto riesgo de descontrol. Esta estabilidad no es casual, ya que sostengo tiene que ver con lo que detallé en el post “Los tres efectos monetarios que favorecen al Gobierno Nacional”.

Y hablar de que la inflación está estable no significa que sea baja. El propio Gobierno Nacional lo reconoce (indirectamente) cuando decide aumentos de salarios mínimos o de Asignación Universal por Hijo en torno al 25% anual. Aunque el FMI haga de cuenta que no vio nada. 


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