Durante los últimos
meses se produjo una leve mejora en las
expectativas económicas de los industriales metalúrgicos cordobeses. Mientras
la mitad consideraba hace cuatro meses que era muy probable o bastante probable
una recesión durante este año, sólo el 35.4% considera actualmente que es muy
probable o bastante probable una recesión durante el año próximo. Y si bien
continúan siendo mayoría quienes esperan una mayor inflación el año próximo (55.8%),
ese porcentaje era mayor hace cuatro meses (67.9%).
Pero estas mejores
expectativas no están basadas en un mejor desempeño de las empresas
metalúrgicas, ya que aumentó el porcentaje
de empresas con reducción de su producción con relación a un año atrás
(pasó de 23.3% en diciembre a 66% en mayo y 69.9% este mes), con reducción del empleo (16.5%
en diciembre, 33% en mayo y 41.6% este mes) y con reducción de la rentabilidad (42.8% en diciembre, 72.4% en
mayo y 79.6% este mes).
De todos modos, de los
cuatro factores que venían impactando
negativamente en el sector metalúrgico cordobés, dos comenzaron a revertirse (las dificultades para abastecerse de
insumos importados y el deterioro de la cadena de pagos) y otro todavía no comenzó a revertirse, pero seguramente lo hará en los
próximos meses (la actividad económica brasileña). El cuarto factor, en
cambio, continúa impactando negativamente: la
pérdida de competitividad cambiaria contra Brasil.
En efecto, el 69% de los metalúrgicos cordobeses considera
que el sector no es competitivo al tipo de cambio actual, y entre quienes
tienen esta opinión, el promedio de tipo
de cambio considerado competitivo es de $ 5.86, un 26% por encima del tipo
de cambio oficial actual, brecha que se ha agrandado en las últimas mediciones,
como muestra el siguiente gráfico (hacé click en él para ampliarlo):
Este es claramente el
mayor problema que enfrenta el sector, que corre
riesgo de repetir la experiencia de 1999, cuando Argentina perdió
competitividad cambiaria por efecto de la devaluación brasileña de enero de ese
año, haciéndole muy difícil a la industria argentina seguirle el ritmo a la
industria brasileña. Hoy la situación no es muy diferente, con perspectivas de
crecimiento industrial en Brasil pero luego de una caída del 27% en la
competitividad cambiaria de Argentina con relación a Brasil.
Y, si bien el Gobierno
Nacional ha acelerado desde abril el ritmo de suba del tipo de cambio en el
marco de su política de dólar administrado, todavía no ha alcanzado el ritmo suficiente de depreciación para cerrar
la brecha entre la inflación argentina y la brasileña.
Más allá de esta
cuestión a resolver para que la industria metalúrgica vuelva a tener
perspectivas de fuerte crecimiento, hay algo más que deberíamos discutir: cómo hacer para industrializar el país,
ya que los números oficiales de Cuentas Nacionales muestran que el peso de la industria en la economía es
exactamente igual que hace ocho años (16.4% en 2003 y 16.3% en 2011) y menor que hace 20 años (18.3%). Luego
de décadas de ir de un extremo (industrialización por sustitución de
importaciones) al otro (libre mercado, o “no-política industrial”) sin “mover
la aguja” de la industrialización, es
claro que tenemos que pensar una estrategia diferente, tal vez en línea con
los modernos enfoques de la política
industrial, como planteé en varias oportunidades (ver posts “Política económica para un país industrial” y “El legado metalúrgico y el nuevo paradigma de política industrial”).
La presentación completa que hice hoy sobre estos temas en el almuerzo por el Día de la Industria organizado por la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba:
CIMCC - Presentacion 2012 09 25 v2
La presentación completa que hice hoy sobre estos temas en el almuerzo por el Día de la Industria organizado por la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba:
CIMCC - Presentacion 2012 09 25 v2
Por eso hay que apoyar la industria nacional!!
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