Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

martes, 28 de junio de 2011

Esta vez, Krugman se equivocó

Paul Krugman es uno de mis economistas preferidos. Llegó al máximo nivel académico al recibir el Premio Nobel de Economía en 2008 por sus aportes a las teorías del comercio internacional y la localización geográfica de la actividad económica, y ya había recibido la Medalla John Bates Clark y el Premio Príncipe de Asturias. En la década del 70 desarrolló el modelo básico de cómo funciona una crisis de balanza de pagos, cuando una pérdida sistemática de reservas del banco central por monetización de déficit fiscales bajo esquema de tipo de cambio fijo termina desembocando en una corrida cambiaria que agota súbitamente las reservas y obliga al abandono del tipo de cambio fijo. Un modelo clave para comprender la mayoría de las crisis económicas argentinas.
Pero su rigurosidad académica no le ha impedido destacarse como divulgador de temas económicos, a través de libros y, fundamentalmente, de artículos periodísticos como los de su columna en el periódico The New York Times. Es esta combinación entre la rigurosidad en el análisis y la simpleza en la exposición lo que más admiro de Krugman.
Pero Krugman también puede equivocarse. Y creo que lo hizo cuando en un post del 23 de junio (ver “Don’t Cry for Argentina”) argumentó, en relación a las perspectivas de Grecia, que un default no necesariamente es una mala idea, ya que la experiencia argentina muestra cómo, luego del default al inicio de 2002, la economía creció fuertemente hasta la actualidad. Ilustró el post con un gráfico que muestra cómo el producto per capita argentino cayó de u$s 8,000 en 1998 a casi u$s 6,000 en 2002 para luego subir casi ininterrumpidamente hasta los u$s 10,500 en 2010. Este es el gráfico de Krugman:

Si bien los datos son correctos, el análisis no lo es. Argentina no creció fuertemente desde 2002 porque entró en default, sino por la devaluación y, en especial, por la fuerte reversión del contexto internacional. Ya hicimos referencia a la depreciación del dólar y apreciación de los precios de las materias primas desde comienzos de 2002, justo cuando declaramos el default y salimos de la Convertibilidad, en el post “¿Y si hubiéramos sostenido la Convertibilidad unos meses más?” Reproducimos a continuación el gráfico de aquel post:

Por lo visto su argumento fue muy criticado, ya que el lunes 26 escribió un nuevo post titulado “Not-A Does Not Imply B”, en el cual niega que haya querido significar que el default fue la única causa del crecimiento post Convertibilidad y afirma que en realidad quiso significar que no se puede utilizar el caso argentino como ejemplo de que el default es siempre un desastre. Esto último es correcto, pero no quita que su análisis original no fue muy feliz. Mostrar que Argentina despegó luego del default para sacar alguna conclusión sobre las perspectivas de Grecia es un análisis muy simplista, especialmente viniendo de alguien tan lúcido como Krugman. Sin una fuerte devaluación, y sin un fuerte incremento de precios internacionales de sus productos exportables, algo que solo puede producirse por casualidad, como le ocurrió afortunadamente a Argentina desde 2002, difícilmente Grecia pueda salir tan fácil de su situación actual.
En un brillante polemista como Krugman, es raro este tipo de pasos en falso. ¿Será que está escribiendo demasiado, y demasiado rápido? Hoy publicó seis, si ¡seis! posts en su blog. Por las dudas, no vamos a aumentar el ritmo de posteo en este blog.

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