En la década de los ’90, las cuentas externas vinculadas al
comercio de bienes y servicios eran deficitarias, financiándose con
endeudamiento externo.
En la década siguiente, esos números se revirtieron, con el superávit
de cuentas externas permitiendo acumulación de reservas y desendeudamiento
externo.
En los últimos años, las cuentas externas son nuevamente
deficitarias, financiadas con endeudamiento externo.
Una curiosa reversión a los ’90.
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minuto. Click aquí.
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