Con el nuevo diseño para el billete de $ 50, dedicado a
Malvinas, que ya había sido anunciado en abril del año pasado (ver nota “Al nuevo billete de $ 50 le falta un cero”,
click aquí), el Gobierno continúa creando nuevos diseños para viejos billetes,
como ya había ocurrido con el billete de $ 100 dedicado a Evita.
El Gobierno actúa así como si estuviéramos en un contexto de
elevada estabilidad de precios, cuando es posible mantener durante mucho tiempo
inalteradas las denominaciones de los billetes.
Pero no es razonable hacerlo en contextos de alta inflación.
Llegamos así al absurdo de que hoy tengamos la misma
estructura de denominaciones de billetes que hace 23 años, cuando nacía el
actual peso, pero ahora con precios 10 veces mayores, generando muchas
complicaciones para operar en efectivo.
El análisis, en 1
minuto. Para ver el video, click aquí.
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