Si es posible que las más altas autoridades del Gobierno
Nacional realicen públicamente afirmaciones inmediatamente refutadas por la
realidad, poco margen queda entonces para creer en las estadísticas oficiales,
para las cuales el contraste con la realidad no es tan directo, y donde
detectar dibujos estadísticos requiere detectar incoherencias con otras
estadísticas.
El caso más grave es el de las estadísticas de pobreza,
cuyas incoherencias eran tan grandes que el Gobierno decidió dejar de
publicarlas, ocultando así el principal problema social del momento.
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minuto. Click aquí.
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