Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

martes, 22 de mayo de 2012

La falacia de la “desaceleración económica”


En estos días algunos economistas vienen manifestando que la economía argentina se está desacelerando, fundamentando su diagnóstico en que las variaciones interanuales de la actividad económica son menores ahora que hace un año. Manifiestan cosas como “la actividad económica creció tanto por ciento en comparación con un año atrás, cuando hace un año crecía en un porcentaje mayor”. En el fondo, estos economistas están diciendo que tienen una buena y una mala noticia: la buena es que la economía sigue creciendo, la mala es que lo hace a un ritmo cada vez menor. Pero el diagnóstico es equivocado. No hay buena noticia, y sí una mala noticia: la economía está estancada desde septiembre del año pasado, e incluso muestra algunas señales de que ya puede estar cayendo.

Para ver claramente lo que estoy planteando, basta ver el siguiente gráfico, que muestra la evolución de la actividad económica a partir del Índice General de Actividad de Ferreres:


Es claro que la línea roja que representa la evolución de la actividad económica muestra crecimiento hasta la línea negra vertical, que marca el mes de septiembre de 2011. Y es muy claro que esa línea, con altibajos, ha estado estancada desde entonces, y hasta ha caído algo (los datos oficiales de INDEC muestran el mismo fenómeno). El error de diagnóstico proviene de lo que he mencionado tantas veces en este blog: la incomprensible manía de muchos economistas de utilizar comparaciones interanuales, esto es, comparar la actividad económica de cada mes con el nivel que tenía en igual mes del año anterior. Esto nunca mostrará lo que está ocurriendo con la actividad económica en el momento del análisis, sino lo ocurrido durante los doce meses previos, del mismo modo que un espejo retrovisor nos muestra dónde estamos en comparación con momentos previos, pero para saber a qué velocidad vamos tenemos que mirar el velocímetro, no el espejo retrovisor. Mirar las variaciones interanuales es como mirar el espejo retrovisor; analizar el gráfico anterior como lo hemos hecho, viendo la actividad económica mes a mes, es como mirar el velocímetro. Y el velocímetro de la economía nos está mostrando que nos hemos detenido.

Por lo tanto, el riesgo de recesión (es decir, de iniciar un proceso de caída en la actividad económica) dependerá de cómo jueguen en los próximos meses factores como las restricciones a las importaciones y a la compra de dólares, y la apreciación cambiaria que estamos sufriendo contra Brasil y otros socios comerciales (entre los factores que tiran para abajo) y factores como el aumento de poder adquisitivo de los salarios a medida que vayan activándose los aumentos salariales de este año y la eventual reactivación brasileña (entre los factores que pueden impulsar la actividad económica). En próximos posts analizaremos cada uno de estos factores, pero un primer análisis indica que ese mix de factores positivos y negativos está sesgado hacia estos últimos. Por eso hay alto riesgo de recesión, a pesar de los diagnósticos equivocados de que sólo hay “desaceleración”.

Más detalles sobre cómo se analizan los datos de actividad económica, para evitar estos errores de interpretación, en mi libro Macroeconomía para No Economistas – Cómo sobrevivir en una economíainteresante, de editorial EDICON.

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