Un default nunca sale gratis. Pero la situación actual es diferente de
la de 2001. Parte de la profunda crisis económica, social y política de 2002 no
fue consecuencia del default, sino de desequilibrios como préstamos bancarios
en dólares para personas y empresas con ingresos en pesos y deuda pública
prácticamente en su totalidad en dólares, con el Estado también con ingresos en
pesos.
Hoy nada de eso está ocurriendo. El impacto de un eventual default no
sería nulo, pero tampoco de la magnitud de la crisis de 2002.
El análisis, en la edición de esta mañana de Economía Para No Economistas TV, por Canal 12 de Córdoba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario