Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

lunes, 23 de mayo de 2011

Entrevista en el Puntal

La edición de hoy del Puntal de Río Cuarto publica una entrevista muy interesante que me hizo la semana pasada el periodista Gonzalo Dal Bianco. A continuación la entrevista:

“La inflación está favoreciendo políticamente al Gobierno”
Con la suba de precios lejos de escaparse de las manos y con salarios que no pierden poder adquisitivo, el economista aseguró que Cristina se encamina hacia una elección con una economía sin sobresaltos
Con la inflación al 25% y los salarios siguiéndola de cerca, por ahora la situación económica nacional no impactará negativamente en las pretensiones electorales del oficialismo. Eso es lo que destacó el economista cordobés Gastón Utrera, quien además señaló que al Gobierno el esquema le cierra porque aparece como quien defiende a la población del proceso inflacionario fogoneado por el sector empresario.

“La inflación es alta, pero desde hace varios meses está estabilizada en torno al 25% anual, lo que implica que no está descontrolada como algunos economistas temían que pudiera ocurrir”, explicó.

¿Es positivo saber cuánto será la inflación aunque sea alta?

Es bueno ante la alternativa de tener una inflación alta y descontrolada. Es malo porque sigue siendo muy alta en términos internacionales. Dilma Rousseff está muy preocupada por la inflación en Brasil y es del 6%. De todas maneras, tener información sobre la inflación es cada vez más complicado porque las consultoras sufren la ofensiva de Moreno y las multas. Pero todo indica que la inflación no se está descontrolando y si bien los precios suben, lo hacen a un ritmo estable.

Tampoco la inflación generó un freno en el consumo y en la actividad económica como se temía...

No, es cierto. Eso fue también el temor de algunos economistas. Y creo que no va a ocurrir este año. Porque so pasa cuando se genera un atraso en los salarios y una pérdida del poder adquisitivo que en general no está ocurriendo. Los salarios le vienen siguiendo el ritmo a la inflación, y no sólo aquellos en blanco, sino que ahora también lo hacen los de los trabajadores en negro. El comercio fue en abril el sector de la economía que más creció y eso tiene que ver con que los trabajadores no pierden poder adquisitivo y que la inflación alienta a gastar cualquier tipo de excedente, y además hay disponibilidad de créditos para el consumo.

Cristina tiene un horizonte económico despejado para ir a la elección.

Va a llegar, desde el punto de vista económico, con una situación altamente favorable como es con el consumo creciendo y la gente consumiendo.

¿Y el resto de la actividad?

Es diferente. Sigue creciendo pero lo hace a tasas más moderadas. Entre mitad de 2009 y mitad de 2010 creció al 7,5% anual y a partir de ahí lo hace a poco más del 4%.

¿Por qué se da esa desaceleración?

Es consecuencia de que la economía ya no tiene la capacidad ociosa que tenía al salir de la crisis. En cualquier recuperación existe el primer tramo más simple que es utilizando la capacidad existente dada por inversiones anteriores. Cuando eso se agota, es necesario contar con nuevas inversiones para seguir creciendo. Podríamos decir que en agosto del año pasado terminamos la primera etapa, cuando se agotó la capacidad instalada y recuperamos el nivel de actividad previo a la recesión. A partir de ahí pasamos al terreno del crecimiento propiamente dicho. Es razonable que ahora crezca a una tasa menor.

¿Puede haber algún cambio en este panorama de acá a las elecciones?

La inflación difícilmente se vaya de las manos. En parte porque ocurre un fenómeno de mayor posicionamiento en dólares de algunos inversores y ahorristas. En el primer trimestre del año hubo una mayor salida de capitales de la que tuvimos en igual período del año pasado, es decir, hubo más demanda de dólares. En la medida que eso ocurra, paradójicamente le quita necesidad de emitir dinero al Banco Central. El principal motivo por el que el Central viene emitiendo dinero en los últimos años es porque compra muchos dólares para evitar que el tipo de cambio baje. Compra dólares y coloca pesos en el mercado.

¿Aparecieron competidores del Central en la compra de dólares?

Exactamente, entonces tiene menos necesidad de emitir pesos. Y es probable que compense la fuerte emisión de los últimos meses. Si analizamos los agregados monetarios con respecto a  un año atrás vemos que está 35% arriba y eso genera presión inflacionaria.

¿Puede bajar el nivel inflacionario entonces?

No, es probable que se mantenga en los niveles actuales. Y si el contexto internacional se mantiene favorable con altos precios de los commodities, Brasil creciendo aún con el cortocircuito generado ahora, es muy difícil revertir el actual ciclo expansivo de la economía. Las perspectivas son positivas pese a la inflación y a un cierto atraso cambiario. Pero por suerte el dólar ahora está débil y eso, en cierto modo, es como devaluar sin devaluar. El trabajo sucio de ajustar los números de la competitividad cambiaria lo terminan haciendo otros por nosotros. Para chocar la economía hay que esforzarse y mucho.
Obviamente el contexto puede cambiar, pero por ahora no hay señales de que eso pueda ocurrir.

¿Sí es probable que se pueda aprovechar el contexto mejor de lo que se lo hace?

Se lo podría aprovechar muchísimo mejor. Que tengamos una tasa de pobreza que se ubica cerca del 30%, según las consultoras privadas, después de ocho años de fuerte crecimiento es que no aprovechamos del todo las oportunidades que tuvimos. Deberíamos estar pulverizando la pobreza, mejorando en los rankings de educación y no tener los problemas de toma de tierra que se vieron en Buenos Aires.

Además de la emisión monetaria, ¿qué otras causas alientan la inflación?

Es un problema multicausal. Pero por un lado hay motores de la inflación: el de las políticas monetaria, cambiaria, y fiscal. Los que estuvieron funcionando a altas revoluciones en Argentina fueron los dos primeros. Al haber un gran ingreso de dólares por el valor de los commodities, genera que alguien tenga que comprar ese excedente. Y hay 3 formas de contrarrestar la apreciación del tipo de cambio: dejarlo que se aprecie como hizo Brasil; evitarlo con la compra de dólares del Tesoro Nacional, como Chile hizo con los excedentes del cobre; la otra es la argentina, donde se hace intervenir al Banco Central, que es emitiendo pesos y generando inflación. Al tratar de mantener el tipo de cambio alto con la política monetaria, y no a través del Tesoro, genera inflación.

Pero hay otros factores que influyen...

Sí, pero una vez que se generó ya la inflación. Allí aparecen factores que le dan inercia inflacionaria como las pujas salariales y las expectativas. Por eso hay que tener en cuenta ambos factores. Es impensado que algún sindicato cierre acuerdos por debajo del 25%. Lo que no quiere decir que sólo se generen por expectativa o por la puja salarial. Eso no se da en ningún lugar del mundo. El origen está en los motores.

¿Cuál es la conveniencia del Gobierno de mantener este esquema inflacionario?

Es un negocio político interesante. Si se dan jubilaciones y subsidios y la inflación les licúa el poder adquisitivo, le permite al Gobierno salir a anunciar aumentos, culpando de las subas a los empresarios. Y, además, al no reconocerla oficialmente, aumenta la recaudación y no paga mayores intereses porque los títulos están indexados por inflación. Y no lo perjudica electoralmente porque los salarios aumentan junto a la inflación. Si es electa Cristina, seguramente tendrá que trabajar para bajarla.

¿Se lo puede mantener eternamente?

Se lo puede mantener en la medida en que algunas variables se ajusten a ese ritmo como el tipo de cambio. Si el tipo de cambio se ajusta muy poco con precios que suben al 25% sí es inconsistente.

¿Para bajar la inflación hay que enfriar la economía?

Esa es una falsa disyuntiva asociada a la idea de que para crecer mucho hay que hacerlo con altas tasas de inflación y para no tener inflación hay que crecer poco. Hay infinidad de países que con inflación baja crecen mucho y durante mucho tiempo. Fogonear el consumo sirve cuando hay mucha capacidad ociosa, cuando se sale de la recesión. Pero cuando se agota la capacidad instalada, mantener esa política sólo genera inflación. Hay que expandir la oferta.

“Córdoba tiene posibilidades enormes”

Utrera destacó que el contexto mundial le da tanto a Córdoba como a Río Cuarto un gran horizonte de crecimiento. “Más allá de todas las correcciones que deberían hacerse en la economía, Argentina tiene una posibilidad muy grande y en ese contexto Córdoba y Río Cuarto la tienen también. El mundo hace tres décadas que demanda de manera muy fuerte alimentos y un tipo particular como las proteínas animales. Eso, porque hay un conjunto de países asiáticos que vienen creciendo mucho y vienen sacando a millones de personas de la pobreza y las economías cuando se desarrollan pegan un salto en la demanda de proteínas. Aumenta sustancialmente la demanda de carne.

Por eso Argentina y Córdoba tienen un potencial grande si utilizan parte de los granos en engordar ganado. Actualmente no lo hace y se dedica casi exclusivamente a exportar los granos para que otros engorden ganados y transformen las proteínas. En particular el interior tiene perspectivas de generar excedentes agropecuarios que terminan derramando en otros sectores de la economía”, destacó el economista.

El sector inmobiliario se prepara para recibir otro fuerte envión

“Algo que se está comenzando a ver fuerte otra vez en Río Cuarto es un derrame muy grande hacia el sector inmobiliario. La inversión es muy atractiva por el elevado riesgo que tienen otras alternativas, especialmente para pequeños y medianos. Esos ven más riesgosa una inversión financiera o bancaria”, explicó Gastón Utrera.

Cuando la cosecha gruesa está llegando a su fin con los últimos lotes de maíz y los números se acercan nuevamente al récord, la posibilidad de un fuerte ingreso de divisas a la zona es nuevamente un hecho.

“Hubo en los últimos años temor por la posible saturación del mercado inmobiliario, pero es altamente probable que eso no ocurra porque en realidad hay una demanda final que se sostiene, por el modo en que Argentina canaliza ahorro a viviendas”, señaló Utrera. Para el economista, en gran parte del mundo el esquema lógico es que “hay alguien que tiene ahorros, que los deposita en un banco y esa entidad lo presta como crédito hipotecario para que otra persona que lo necesita lo adquiera y se transforme en propietario de vivienda. En Argentina el sector bancario es tan chico, en términos relativos es un décimo del chileno, que quien tiene ahorro en vez de depositarlo para que el banco lo preste para vivienda, lo invierte directamente en ladrillos y luego lo alquila a quien lo necesita”, explicó. Entonces, se termina canalizando el ahorro hacia la vivienda pero sin el sector financiero y cambiando al propietario de la casa. “Ese mecanismo va a seguir durante mucho tiempo porque el sector financiero tardará muchísimo en recuperar la confianza, pero además porque un mercado de crédito hipotecario es prácticamente imposible de desarrollar con inflación alta. Quien necesita la vivienda no la puede comprar a través de un crédito hipotecario, quien tiene los ahorros la compra y decide alquilarla. Eso lo hace sustentable al proceso de inversión inmobiliaria actual”, aseguró Utrera.

En este marco, el especialista destacó que Río Cuarto tiene una oportunidad importante “y por eso vemos algunos desarrollistas que hacen pie en la ciudad con proyectos interesantes. Es claramente el polo natural de atracción de esos excedentes para canalizarlos al sector inmobiliario. Para los productores de toda esta región es más atractivo invertir acá que en Córdoba o Rosario. Río Cuarto tiene además el potencial de absorber esa inversión con desarrollos inmobiliarios importantes”, destacó.

Los permisos de edificación en esta ciudad en comparación con Córdoba, y aun siendo en términos de tamaño poblacional, el 11 o 12 por ciento de la Capital provincial, fueron en los años de precios altos de commodities equivalentes hasta el 30 por ciento del total de la ciudad de Córdoba.

“Es altamente probable que en términos de desarrollo inmobiliario haya varios proyectos en marcha hacia adelante. De hecho hay una demanda insatisfecha que dará lugar a eso. En el gran Río Cuarto hay unas 3.200 familias que alquilan y están en condiciones de pagar una cuota al estilo de las que pagan en ciudad de Córdoba en esquemas de ahorro. Y hay otras 7 mil familias que aún teniendo casa propia tienen margen para invertir en este tipo de proyectos”, concluyó Gastón Utrera.
Gonzalo Dal Bianco


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