Una de las principales
políticas económicas han sido este año las fuertes restricciones a las
importaciones. Podría pensarse que se trata de una política proteccionista,
como ocurrió entre las décadas del 30 y el 70 del siglo XX con las políticas de
industrialización por sustitución de importaciones. Pero creo que esto no ha
sido así. Parece más una política “mercantilista” que una política
proteccionista.
El mercantilismo es un
conjunto de ideas económicas vigentes entre los siglos XV y XVIII, entre las
cuales se encontraba la idea de que la riqueza de las naciones estaba dada por
la cantidad de metales preciosos que se obtuvieran mediante el comercio
internacional, lo que justificaba distintas medidas para restringir las
importaciones y, con ello, la salida de estos metales. Desde Adam Smith a fines
del siglo XVIII, los economistas sabemos que la riqueza de las naciones tiene poco
que ver con esos excedentes de metales preciosos, o de divisas, su equivalente
actual.
Si hubiéramos estado
frente a objetivos proteccionistas, deberíamos haber observado, por ejemplo,
mayores restricciones a las importaciones de bienes de consumo que a las
importaciones de bienes intermedios o de bienes de capital, pero ocurrió
exactamente lo contrario. Una política destinada principalmente a generar un
excedente de dólares, casi a cualquier precio, como ocurría en tiempos del
mercantilismo, debería implicar mayores reducciones de importaciones en los
rubros más importantes de importaciones (es lógico poner el foco en los rubros
con mayor impacto potencial). Y eso es lo que efectivamente ocurrió: las
importaciones de bienes intermedios representaron en 2011 el 29% del total, y
su volumen cayó un 8.2% en los tres primeros trimestres de este año; mientras
que las importaciones de piezas (20% del total) cayeron 4.8%, las importaciones
de bienes de capital (19% del total) cayeron 4.7% y las importaciones de bienes
de consumo (11%) cayeron 2%.
El objetivo fundamental asignado a la Secretaría de Comercio ha sido generar un
sobrante de dólares que permita al BCRA comprar los dólares que pierde al
prestárselos al Tesoro Nacional para pagar vencimientos de deuda pública,
independientemente de cuánta protección (o perjuicio) genere en la industria.
Ahora que el Gobierno Nacional habla de políticas industriales, ¿cambiará este
perfil “mercantilista” por uno proteccionista?
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