En los últimos días,
distintos economistas han planteado que la inflación se está acelerando, e
incluso que esto es consecuencia de que el cepo cambiario impide que las
personas se saquen de encima los pesos que no quieran tener en sus bolsillos,
de los cuales antes se deshacían comprando dólares. Todo esto es incorrecto.
Más allá de que el razonamiento
es equivocado (el cepo cambiario no genera excedentes de pesos sino que, por el
contrario, absorbe pesos para realizar transacciones que antes se pagaban con
dólares), la única realidad deberían ser los datos. Y los datos muestran que no hay ningún indicio de aceleración de la
inflación. Por el contrario, hay una notable estabilidad inflacionaria, e
incluso cierta desaceleración de la inflación durante los últimos meses,
casualmente desde la profundización de los controles a la compra de dólares.
Sigue ocurriendo
entonces lo que mostré en el post “La paradoja de la estabilidad inflacionaria”.
Incluso hay indicios de desaceleración inflacionaria, como se observa en el
siguiente gráfico, que actualiza el gráfico de aquel post de septiembre:
No estoy diciendo que
la inflación es baja, ni que la política monetaria es adecuada. Sí planteo que argumentar que la inflación se está
acelerando es claramente un diagnóstico equivocado.
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