Un blog de economía para no economistas

"Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", reza una maldición china. Los argentinos sufrimos la maldición de vivir en una economía "interesante". Por eso tenemos que saber más de economía que en otros países.

Para enfrentar la maldición de vivir en una economía "interesante", en este blog encontrarás comentarios, análisis y estadísticas sobre la economía argentina, sin jerga económica innecesaria ni tecnicismos, con rigurosidad analítica pero simpleza en la exposición.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La caída de las reservas y el “dólar de convertibilidad”

Esta semana es noticia en todos los medios la fuerte caída de reservas del BCRA, cuyo nivel ya está por debajo de los u$s 33,000 millones. Esto es consecuencia del déficit energético (una cuestión vinculada a la política energética de los últimos años, cuya resolución requiere políticas adecuadas y tiempo), del desbalance entre importaciones y exportaciones industriales (como consecuencia del atraso cambiario), del desbalance entre gastos de turismo argentino en el exterior y entrada de divisas por turismo extranjero en Argentina (como consecuencia del atraso cambiario y de la diferencia entre el dólar paralelo y el oficial) y del uso de reservas para pagar vencimientos de deuda pública (como consecuencia de la política de “desendeudamiento” que mencioné en el post anterior).

Una de las consecuencias de la caída de reservas es que se amplía la distancia entre la cantidad de pesos en circulación, que aumenta a medida que el BCRA emite dinero para financiar déficit fiscal, y la cantidad decreciente de dólares en el BCRA. Esa “distancia” suele ser medida con lo que se denomina “dólar de convertibilidad”: el tipo de cambio entre pesos y dólares que iguala el monto en pesos de las reservas del BCRA con la cantidad de pesos en circulación (la “Base Monetaria”), obtenido al dividir el monto de pesos en circulación por el monto de dólares en las reservas del BCRA. Este cociente daba $/u$s 6,10 hace un año ($ 275 mil millones de Base Monetaria dividido por u$s 45 mil millones de reservas), y hoy da $/u$s 10.40 ($ 342 mil millones de Base Monetaria dividido por u$s 33 mil millones de reservas). Un aumento importante, del 70.5% en un año.

Mirar el “dólar de convertibilidad” es importante porque indica el “poder de fuego” que tiene el BCRA frente al mercado. Con tipo de cambio inferior a ese valor, las reservas son menores que el dinero en circulación, y por lo tanto el BCRA corre riesgo de quedarse corto con sus reservas frente a una corrida cambiaria, a menos que prohíba la compra de dólares, como ocurre desde fines de 2011. Con un tipo de cambio superior a ese valor, las reservas pasan a ser mayores que el dinero en circulación, y esto permitiría al BCRA liberar restricciones, con un tipo de cambio único para todas las operaciones o con un tipo de cambio aplicable a operaciones financieras y de turismo, que son las que pueden poner en jaque las reservas. En otras palabras, las reservas son muchas o pocas dependiendo del tipo de cambio.

Esto significa que si el Gobierno no revierte esta caída en las reservas, (a) la cotización del dólar paralelo seguirá subiendo, ya que de algún modo va siguiendo como referencia el “dólar de convertibilidad” y (b) seguirá subiendo el piso de tipo de cambio que tendrá que convalidar cuando decida eliminar restricciones a la compra de dólares, que evidentemente no funcionaron adecuadamente.

Con esta evolución de dinero y reservas, el tiempo está jugando en contra del Gobierno. Cuanto más demore en tomar medidas que reviertan el atraso cambiario y que reduzcan la brecha entre el dólar paralelo y el oficial, o transformen el dólar paralelo ilegal en un dólar financiero y turista legal a un tipo de cambio lo suficientemente alto, mayores serán las limitaciones para cualquiera de las alternativas de política económica que elija.

Por eso los problemas cambiarios están requiriendo hoy medidas más urgentes que otros problemas económicos.

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