Hace tiempo vengo
sosteniendo que, en las condiciones actuales de inflación estable y alta
demanda de pesos, un dólar paralelo por
encima de $ 7.50 es demasiado alto, lo que implica, en caso de comprar a
esos valores, riesgo de perder dinero (a corto plazo, claro). Ver, por ejemplo,
la entrevista que me hizo Punto a Punto Radio a fines de enero (click aquí), lo
que escribí el 23 de enero (click aquí) o lo que escribí antes aún, el 20 de
julio del año pasado (click aquí).
De todos modos, la
realidad es que el dólar paralelo
perforó durante varios días ese “techo” que había planteado, cotizando a casi $
8. Pero con las caídas de los últimos dos días, hoy cerró a $ 7.58. Por
supuesto que nadie sabe si esta baja se sostendrá, o incluso se profundizará, o
sólo se trata de un respiro antes de nuevas subas. Creo que sigue siendo válido el análisis que vengo
planteando de que estamos en niveles muy altos, que implican que mientras
la inflación no se dispare y la emisión de dinero no se descontrole, resulta difícil que el dólar paralelo se
sostenga con una brecha mayor al 50% sobre el tipo de cambio oficial. A
continuación, la versión actualizada del gráfico que vengo usando desde el año pasado:
El gráfico muestra el
tipo de cambio real contra Brasil a precios de hoy. Como muestra la línea horizontal
azul, el dólar paralelo tiene un valor similar a los máximos del periodo de
tipo de cambio súper alto de 2006 y 2007 e incluso superior al tipo de cambio
de 2002, en medio de la crisis. Sería extraño que el dólar se escapara de esa
línea azul.
¿Qué ha estado
ocurriendo durante las últimas semanas, que explique la disparada del dólar
paralelo? Evidentemente tiene que ser algo novedoso, que no ocurría hasta
diciembre. Una profundización del atraso
cambiario no es la explicación, porque el atraso cambiario de hoy es
exactamente el mismo que hemos tenido durante los últimos 6 meses (la
explicación es que el ritmo de suba del tipo de cambio oficial, aunque no
alcanza a la inflación, sí alcanza a cubrir la diferencia de inflación entre
Argentina y Brasil, o entre Argentina y el promedio de nuestros socios comerciales,
manteniendo entonces constante el tipo de cambio real). Una aceleración de la inflación tampoco explica la disparada del dólar,
simplemente porque la inflación está estable. Alta, pero estable.
El primer factor
sospechoso es la fuerte emisión de
dinero producida en diciembre. Todos los años ocurre que en diciembre la
expansión monetaria es más acelerada que durante el resto del año, porque la
demanda de dinero en efectivo también es más alta en ese mes. Pero luego la
demanda de dinero baja durante enero, y el BCRA tiende a retirar del mercado
parte de los pesos que emitió durante diciembre. Esta vez puede haber ocurrido que el BCRA no haya retirado del mercado
suficientes pesos con suficiente rapidez, pero esto seguramente se ha estado corrigiendo. De hecho, hasta el 25 de
enero retiró casi $ 9,000 millones, alrededor del 3% de la base monetaria. Y luego
debe haber retirado pesos adicionales (lo sabremos el viernes, cuando se
publiquen los nuevos datos del BCRA). Con lo cual si parte de la suba del dólar
paralelo se debió a exceso de pesos en circulación, aquella suba debería ahora
ceder.
El segundo factor
sospechoso es la mayor demanda de
dólares para turismo. Con fuertes restricciones para la compra de dólar
oficial para turismo, la demanda insatisfecha se traslada automáticamente al
mercado paralelo. Con bajos volúmenes operados, esa demanda puede hacer subir
el tipo de cambio paralelo, como ocurrió en las últimas semanas. Si esto
explica parte de la suba del dólar paralelo, ahora deberíamos ver cierta tendencia bajista, ya que estamos en los últimos días de fuerte demanda
de dólar para turismo, a medida que nos acercamos al inicio de la segunda
quincena de febrero.
No sería extraño entonces que el dólar paralelo
pierda todavía algunos centavos adicionales, ayudado además por alguna intervención del Gobierno. De cualquier
modo, creo probable que el dólar paralelo vuelva a ubicarse en la franja del
30% al 50% por encima del dólar oficial, lo que llevaría a un nuevo techo de
alrededor de $ 7.50 hoy, y de $ 9 a final de año, en caso de que el dólar
oficial llegue a $ 6 en ese momento.
Y volvemos al
indicador clave para saber cuándo comienza a hacerse inviable la estrategia
oficial de monetizar todo el déficit fiscal que genere el año electoral, apareciendo
riesgos de que se descontrole el dólar paralelo: la evolución mensual de la
inflación, en comparación con la inflación mensual durante 2012. Cuando ambas
líneas comiencen a separarse, con la inflación de 2013 creciendo por sobre la
inflación de 2012, será indicio de que la economía ya no absorbe tantos pesos
como lo ha venido haciendo hasta ahora. Mientras tanto, creo que es riesgoso comprar hoy dólares a más de $ 7.50.
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